No corren buenos tiempos para el melón y la sandía almerienses. Las malas temperaturas en el norte y el centro de Europa hacen que disminuya o incluso desaparezca la demanda. A esto se suman los bajos precios en destino y el aumento de la producción de países terceros como Marruecos y Senegal, la desigualdad de condiciones entre estos países y los europeos, etc… Que están haciendo que el sector del melón, la sandía y el tomate de Almería obtenga los peores precios en mucho tiempo, en contraposición a una mayor producción y un calibre y calidad inmejorables.
ASAJA Almería ha difundido unos datos que demuestran la catástrofe de la campaña de primavera de melón y sandía almerienses: desde la organización agraria aseguran que los agricultores van a tener unas pérdidas de 75 millones de euros. En melón amarillo, el déficit puede alcanzar los 6.000 euros por hectárea, al igual que en sandía, tanto negra como rayada. Hemos contactado con varios productores y nos confirman la situación.
Desde Murgiverde, su gerente, Honorio Sánchez, reconoce los bajísimos precios de ambos productos y los achaca a “las malas temperaturas y a la entrada tardía de los cultivos de ultramar y el norte de África”, que aumentan la competencia con la producción almeriense.
Por parte de Coprohníjar, aseguran que han llegado a vender la sandía con un calibre de primera a “15 e incluso 12 céntimos”, cuando el precio para ser rentables es de, al menos, 25 céntimos el kilo. E incluso, han tenido que desechar el producto porque no han conseguido venderlo ni a esos precios. Coinciden también en los culpables: la mala climatología y el incremento de producto de países terceros, “que tienen mejores condiciones de exportación”.
En Indasol, su gerente, Néstor Sánchez, confirma que van a tener unas pérdidas de 8.000.000 euros y que no existe una solución fácil a priori que revierta la situación.
Cabe recordar, que esta situación lleva tiempo denunciándose por parte de productores y asociaciones. Hace unas semanas el sector difundió imágenes en las que se podía apreciar el deshecho de toneladas de melón y sandía que, por su falta de salida comercial, tenían que retirarse del mercado o dedicarse al consumo animal. La semana pasada, Coexphal presentó la iniciativa “Origen Marruecos”, para sensibilizar a consumidores y supermercados de la diferencia entre un producto almeriense y uno marroquí e intentar salvar esta situación que se hace cada vez más insostenible.
¿Cuál es la solución?
Cabe destacar que todos los entrevistados coinciden en que, a pesar de los malos precios, la sandía almeriense ha obtenido un buen calibre y calidad, pero que no ha podido hacerse un hueco en el mercado por los problemas mencionados. ¿Qué solución hay y quién es el responsable de esta caída de precios? “Existe un desánimo generalizado entre los agricultores”, afirman desde Coprohnijar y sentencian: “La solución la tienen en Bruselas, deben controlar de una vez la entrada de productos por parte de los terceros países”.
Mientras tanto, preguntados los productores por la posibilidad de reemplazar el cultivo de melón y sandía por otros, en un principio, existe un sentimiento de querer superar el bache, dándole continuidad a ambas producciones. “De momento no”, explican desde Indasol. “Vamos a seguir trabajando y a esperar que la siguiente campaña sea mejor”, confirman desde Murgiverde. Por su parte, desde Coprohníjar se han llegado a plantear el hecho de sustituir este cultivo por el de tomate, que se hace en las mismas fechas, pero desgraciadamente, se encuentra en las mismas malas circunstancias en cuanto a precios y aumento de los competidores.
¿A qué esperan los responsables para actuar? ¿Qué más tiene que ocurrir para que se empiece a regular la relación de Europa con los países terceros?