Paco Borrás: “España tenía un nombre en el mundo de los cítricos y lo ha perdido”
Los cítricos han perdido protagonismo en las exportaciones españolas a favor de las hortalizas y el resto de frutas, y el consumo continúa cayendo tanto en España como en Europa; de ahí la importancia de promocionarlos y volver a hacer marca.
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Cajamar Caja Rural reunió el pasado martes a un centenar de profesionales del sector de los cítricos en un webinar titulado ‘Una hoja de ruta para la citricultura española’, idéntico título al de la publicación presentada por la entidad bancaria el pasado mes de julio y en la que desgrana el presente y futuro de los cítricos españoles.
La sesión, que contó con la colaboración de la Fundación Copuzol, Cooperativas Agro-alimentarias de Valencia, Asociex, Anecoop, Naranjas Torres y el diario Levante, comenzó con la intervención de Eduardo Holgado, director territorial de Cajamar en Valencia, que puso en valor el carácter exportador del sector de los cítricos español, líder mundial con casi 4 millones de Tn anuales.
Tras la bienvenida también de Mariano Aguilar, presidente de la Fundación Coopuzol, a los asistentes, tomó la palabra Carlos Baixauli, director del Centro de Experiencias de Cajamar, quien recordó cómo la propia vecería de los árboles, unida al aumento de la demanda por el COVID-19 favoreció unos buenos precios durante el último ejercicio.
Baixauli apuntó que el sector citrícola español genera un valor en campo de 2.500 millones de euros, el 5% de la producción nacional, y las exportaciones sumaron 3.200 millones de euros en 2019, el 6% del total. Sudáfrica, en el hemisferio sur, y Egipto y Turquía en el norte son los principales competidores de la producción española, que ahora no solo se enfrenta a esos otros cítricos, sino también a “otras frutas, puesto que hemos roto la estacionalidad”.
Pero a pesar de esta fortaleza, el sector ha cambiado -o evolucionado- en los últimos años, y de ello habló el consultor Paco Borrás, que abordó la pérdida de protagonismo de los cítricos en las exportaciones españolas. De este modo, han pasado de ser líderes de las ventas al exterior a principios de la década de los ’90 a ser superados por las hortalizas a finales de esa década y por el resto de frutas en los últimos cinco años, aproximadamente.
Similar es la historia de los cítricos valencianos, que de líderes indiscutibles en España han pasado a ver comprometido su protagonismo en favor de Andalucía, que ya representa el 31% de la producción nacional, y Murcia.
¿Un cambio de modelo?
La irrupción con fuerza de Andalucía y Murcia ha traído consigo cambios en el modelo productivo: las hectáreas se mantienen en torno a 290.000 (la misma cifra que en el año 2000), sin embargo, la producción ha llegado a rozar los 7 millones de Tn. “Los cítricos españoles son ahora más productivos”, afirma Borrás.
Pero también ha evolucionado el tipo de explotación; mientras en Valencia el 80% tiene menos de 20 hectáreas, en Murcia y Andalucía solo el 30% y el 20%, respectivamente, se sitúan por debajo de ese umbral. Para Borrás, la concentración de la superficie es una tendencia clara, más agudizada por el abandono de la actividad de los pequeños agricultores, que no trabajan con variedades club.
Paralela a esta concentración en campo correrá la integración también de los operadores del sector: “Cualquier almacén con menos de 50.000 Tn tendrá un futuro incierto”, afirmó con rotundidad.
Para el consultor, son cinco los pilares sobre los que debe sustentarse el futuro del sector: el aumento de los precios de la industria, la eliminación de protocolos a la exportación, la promoción del producto español y europeo, y la obtención de fondos para esa promoción. Y es que, como lamentó: “España tenía su nombre en el mundo de los cítricos y ahora no, y además no está invirtiendo nada en promoción”.
Los retos del sector
Fue el tema en torno al que giró la mesa redonda, que contó con la participación de Jorge García, presidente de Asociex; Ángel del Pino, director de Producción y Desarrollo de Anecoop; Enrique Bellés, director general de Cooperativas Agro-alimentarias de Valencia; y Xavier Nolla, director de operaciones de Naranjas Torres.
Todos ellos insistieron en la necesidad de concentrar la oferta en origen, una cuestión sobre la que, si bien ya se han dado pasos, aún “seguimos estando muy atomizados”, lamentó Jorge García, quien defendió la proximidad con Europa de los cítricos españoles como garantía de frescura.
Por su parte, Ángel del Pino se refirió al Brexit y a los acuerdos comerciales que ya ha alcanzado Reino Unido con países como Egipto, competidor director del sector español. E introdujo un factor más: “No se puede dejar a los productores sin armas para combatir las plagas y exigir calidad”, en clara alusión a la nueva normativa sobre el uso de fitosanitarios.
Pero pese a todo, son muchos los ‘puntos’ que la producción española tiene a su favor. “Frente a nuestros competidores, somos los que mejor servicio ofrecemos a nuestros clientes”, afirmó Enrique Bellés, quien aun así lamentó que “el consumo de cítricos en España y Europa sigue una línea descendente”.
Para contrarrestar esta tendencia, “debemos ‘cazar’ a los millennials”, comentó Xavier Nolla, apostando por la sostenibilidad a través de productos bio o libres de plástico, por ejemplo.
Acometer todos estos cambios supone, sin embargo, “un cambio de mentalidad”, como afirmó Enrique Bellés. Falta ahora saber si el sector está dispuesto a hacerlo.