Gracias a la iniciativa puesta en marcha por parte de la Fundación Miguel García Sánchez con su Escuela de Agricultores, y a través de una acción conjunta con el CAEE, más de 40 profesionales ligados al sector agrario han recibido formación específica en el salón de actos de Eurocastell Caña, en Castell de Ferro. El curso ha sido impartido por expertos en la materia, Lidia Chica, delegada territorial del CAEE, y Guillermo Egea, inspector del CAEE.
Bajo el título Certificación en Agricultura Ecológica, los asistentes a este curso han explorado nuevas vías para desarrollar una agricultura más sostenible e innovadora, y han conocido de lleno los puntos de control de una inspección agrícola bajo el reglamento 2018/848, en base a la producción ecológica, tanto en hortícolas como en subtropicales.
A través de una metodología de trabajo eminentemente práctica, durante la sesión los participantes han podido analizar y estudiar problemas o situaciones a las que se enfrentan a diario con ejemplos reales, desde el punto de vista de auditorías en sus fincas y/ o problemas con la certificación en la rama de ecológico. Una de las asistentes al curso, y agricultora de larga trayectoria, Nuria Ruiz, ha destacado en este sentido “lo extraordinario y esencial de poder aprender soluciones prácticas a los problemas que nos encontramos diariamente en nuestras explotaciones, pues la verdad que aunque ya tenemos un breve conocimiento, este curso nos ha permitido tener una información, y una radiografía más completa sobre la certificación en la rama de ecológico, y también, por supuesto, saber de qué recursos disponemos, aseguró la agricultora.
Si bien la experiencia en este sector es un valor determinante, la correcta puesta al día de los últimos avances, es necesario, como por ejemplo ha apuntado una de las asistentes, técnico de campo, responsable en el área de ecológico en Grupo La Caña, Silvia González, asegurando que “en este tipo de cursos te das cuenta de que siempre es bueno seguir formándonos y aprendiendo, ya que la agricultura va cambiando constantemente, y tenemos que asesorar de la mejor forma a nuestros agricultores, para que estos cultiven de una forma sostenible y con la mejor calidad posible sus frutas y /o hortalizas.
El claro enfoque práctico de la acción formativa orientada a la certificación, y sobre todo a ser más sostenible, ha sido uno de los grandes atractivos para los técnicos de campo y para los agricultores, pues como señala la propia Silvia González, “nos han mostrado con casos reales, el proceso que tendríamos que seguir cuando se desarrollase alguna no conformidad en caso de producirse algún incumplimiento en la finca, así como también, el transcurso para resolverlo adecuadamente.
Y es que el principal objetivo que se persigue a través de este tipo de formación, que ha sido impartida por la experta en la materia, Lidia Chica, delegada territorial del CAEE, “es precisamente dar una cobertura más específica a las necesidades de los agricultores, ofreciendo nuevos métodos, recursos y herramientas con las que hacer frente a cuestiones relativas con análisis de riesgos en una explotación agrícola, así como los puntos de control a seguir en caso de una inspección, y más concretamente, en el área de ecológico.
Con un balance muy positivo, Chica apunta la excelente respuesta de participación recibida, tanto por el número de asistentes como por su predisposición a explorar “con mucho interés los distintos temas que planteamos para la sesión”, asegura.
Desde la Fundación Miguel García Sánchez siguen comprometidos en ofrecer a los agricultores formación específica y continua. Crear vías accesibles para una correcta puesta al día den los distintos campos del conocimiento aplicables al desarrollo de su trabajo, es prioridad en los objetivos de su Escuela de Agricultores.