Murcia lidera la superficie de ecológico dentro de la UE
Esta región aglutina el 26% de las hectáreas que bajo este sistema de producción se gestionan dentro del marco comunitario.
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El director general de Innovación, Producciones y Mercados Agroalimentarios, Fulgencio Pérez, ha destacado que en diciembre de 2016 la superficie de agricultura ecológica certificada fue de 79.043 hectáreas, cultivadas por 2.874 agricultores, lo que convierte a la Región de Murcia en la de mayor superficie cultivada de la Unión Europea, con el 26 por ciento».
Había el año pasado 319 industrias de elaboración y envasado certificadas. Así lo anunció durante la inauguración de la jornada que «la Región de Murcia fue pionera en agricultura ecológica, con cultivos de frutas y hortalizas en la zona de Calasparra, certificados por normas privadas que datan de 1974».
El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) celebró hoy una Jornada sobre los aspectos técnicos y agronómicos de la agricultura ecológica enfocada al sector productor en la que se analizó el valor de las frutas y hortalizas producidas con técnicas ecológicas, la nueva normativa y los últimos avances en fertilización, entre otros aspectos.
Destacó, asimismo, que «a partir de 1996 se articuló un régimen de ayudas para la agricultura ecológica y comenzó el auge de estos cultivos en la Región. Ese año había certificadas 284 hectáreas gestionadas por 54 agricultores y 4 industrias que comercializaban productos eco».
Los cultivos con mayor superficie son almendros (29.000 hectáreas), cultivos herbáceos (25.000 hectáreas) y viñedo (12.000 hectáreas). En los últimos años ha experimentado un importante crecimiento el cultivo de cítricos, al pasar de 169 hectáreas en 2006 a 1.725 en 2016; y hortalizas, que pasan de 1.000 hectáreas en 2006 a 3.437 en 2016.
Las ponencias de la jornada corrieron a cargo de personal técnico e investigador del IMIDA, del sector privado y del Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica, que abordaron aspectos como las variedades tradicionales conservadas en el Banco de Germoplasma, la utilización de fauna auxiliar y otros medios de control biológico compatibles con una producción sostenible, el control de la fertilización nitrogenada, normativa reguladora y financiación de los proyectos de innovación, entre otros.