Menor volumen y mejor precio para el melón

Después de varias campañas en negativo, este año, los productores de melón se enfrentan a una situación totalmente desconocida como es la crisis del COVID-19. Sin embargo, y lejos de lo que cabría esperar, el ejercicio se está desarrollando de forma más que favorable.

“Estamos vendiendo bien nuestro producto”, afirma en declaraciones a la revista MERCADOS Javier Díaz, director general de Agroiris, que, aunque satisfecho, no esconde su preocupación por lo que pueda ocurrir en las próximas semanas. Según Díaz, la climatología -con lluvias, muchos días nublados, etc.- ha mermado las producciones en, prácticamente, todas las tipologías, si bien es especialmente destacable el caso del melón Galia.

En este sentido, Chema Fernández, comercial de Unica, comenta que “los rendimientos en este cultivo han descendido de forma considerable” y detalla que, de hecho, “donde antes se recolectaban en torno a 5 kg por metro, ahora se cortan entre 3,5 y 4 kg”. Los calibres del Galia se han visto reducidos debido a unos cuajes difíciles y una fase de maduración también complicada; y los calibres medios, que son los más demandados, están muy disputados entre los supermercados: “En general, esta semana ha entrado poco Galia y estamos sirviendo a duras penas”, afirma Fernández.

En el resto de tipologías, también afectadas por esos menores rendimientos, “la demanda está siendo muy regular”, comenta, por su parte, Honorio Sánchez, gerente de Murgiverde.

Así, en el caso del Piel de Sapo, aunque los volúmenes son ligeramente inferiores a los del año pasado, existen grandes diferencias entre fincas: en unas, la calidad es muy buena y, en otras, la climatología ha causado tal mella que las producciones son “mediocres”, añade el comercial de Unica.

En el caso del melón Amarillo, cuya superficie sigue creciendo en Almería, los rendimientos van sobre lo previsto, si bien existe un problema de falta de calibre en las producciones más tempranas: “Los compradores buscan un melón de mayor tamaño”; eso sí, la calidad y el sabor están siendo muy buenos.

En lo que respecta al melón Cantaloup, cada vez con menos presencia en Almería, su comercialización está siendo estos días muy fluida. La producción marroquí ha llegado prácticamente a su fin y mercados como el francés, gran consumidor de este tipo de melón, pero también otros destinos europeos miran ahora a la provincia.

Y es que el clima ha favorecido el aumento de la demanda, en general, en toda Europa, lo que unido a la menor producción en Almería y también a la desaparición en los mercados de los melones de ultramar y marroquís, ha propiciado un aumento de los precios del producto español.

De media, prácticamente todas las tipologías superan los 0,70 euros/kg en origen, un 45,8% más que el precio medio alcanzado por este producto durante la campaña pasada.

“Después de varios años malos, esta campaña va a marcar un punto de inflexión para el melón”, afirma Andrés Góngora, responsable de Frutas y Hortalizas de COAG, que reconoce que, tras un inicio de campaña “complicado, el melón se ha recuperado”.

La sandía, en auge
Pero no solo el melón, también la sandía vive estos días un momento dulce favorecido por la llegada del buen tiempo a los mercados europeos. Según el responsable de COAG, tanto la negra sin semillas como la rayada sin semillas rondan los 0,60 euros/kg, mientras que, en el caso de la mini, su precio supera los 0,70 euros/kg. “Existen una gran demanda de sandía mini”, comenta Góngora y añade que, en concreto, en Alemania, “su consumo ha crecido muchísimo”.

La situación de la sandía es hoy tan favorable que, de hecho, “no hay producto en stock y, es más, todo lo que se recolecta a diario tiene salida comercial”. Para el responsable de COAG, no cabe duda de que, además del buen tiempo, el confinamiento de españoles y europeos en sus casas como consecuencia el COVID-19 ha favorecido el consumo de frutas y hortalizas, en general, y de sandía, en particular.

Solo en España, según los últimos datos de consumo en los hogares del Ministerio de Agricultura, el consumo de frutas creció un 27,3% en la última semana de abril y el de hortalizas un 32,1%.