Masymas supermercados está aplicando medidas medioambientales que surten efecto contra el impacto medioambiental, con las dos premisas que le caracterizan: intentar consumir menos energía (la mejor energía es la que no se consume) e intentar auto producir parte de esa energía que se necesita. La compañía ha conseguido evitar la emisión de hasta 2 millones de toneladas de CO2 desde 2018 hasta 2021 y los primeros meses de 2022.
Para el responsable de Obras, Mantenimiento y Energía de la cadena, Luis Morant, «existen procesos de mejora continua y seguimiento de nuestro consumo que nos hacen ser más eficientes año tras año, hemos conseguido un ahorro de 7 millones de kWh, esto permitirá seguir reduciendo la huella del carbono generada por la empresa».
Con estas medidas para reducir la huella de carbono a la atmósfera, los supermercados Masymas demuestran su sensibilidad para lograr menores impactos medioambientales. Una estrategia que le ha llevado a una reducción del 18% de la huella de CO2 en los últimos cuatro años.
Para seguir avanzando en estos objetivos, Masymas sigue apostado por la construcción de sus tiendas de nuevo modelo a bajo impacto energético, la implementación de iluminación LED de última generación e impresión 3D que permiten su reciclado, sistemas de generación de frio cada vez más sostenibles, control inteligente de los sistemas y una construcción de edificios con calificación energética “A”, permiten reducir los consumos un 60%.
Así, siguiendo con esta política de ahorro energético que convierte a Masymas en empresa más sostenible, en 2022 la cadena contará con 22 tiendas que tendrán instalaciones de autoconsumo fotovoltaico, lo que permitirán autoproducir hasta el 30% de la energía que se necesita en cada tienda.