El próximo lunes, día 1 de enero de 2018, entra en vigor el Reglamento Comunitario 2031/2016 que obliga a someter a inspección fitosanitaria los envíos de tomate canario que tengan como destino la Península y Europa.
La Federación de Exportadores Hortofrutícolas de Las Palmas, FEDEX, lleva trabajando todo el año 2017 con el fin de mitigar los efectos de este Reglamento sobre las producciones canarias, al considerar en el mismo al Archipiélago Canario como ‘tercer país’. Sin embargo, la directiva comunitaria deja exentos de su aplicación a los Archipiélagos de Madeira y Azores.
El primer objetivo de FEDEX fue demostrar que Canarias se encuentra libre de la Keiferia lycopersicella. Para ello, se llevaron a cabo varias reuniones con la Viceconsejería de Agricultura del Gobierno de Canarias, que concluyeron en la ejecución de acciones de monitoreo mediante trampas con feromonas en cultivos y almacenes de empaquetados de tomate.
Paralelamente, se desarrollaron varias reuniones con responsables de la Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria y Subdirección de Acuerdos Sanitarios y Control en Frontera del Ministerio de Agricultura, MAPAMA, con el fin de defender en el último Comité Permanente de Sanidad Vegetal de la UE el menor porcentaje posible de inspección y minimizar el efecto de los controles en los envíos de tomate de Canarias.
Tras varios meses de estudio, el Servicio de Sanidad Vegetal de la dirección general de Agricultura del Gobierno de Canarias emite un informe que acredita que Canarias está libre de la Keiferia lycopersicella. Este informe fue fundamental para sostener el argumento de los productores canarios sobre el volumen a inspeccionar.
Las negociaciones realizadas por el MAPAMA en el Comité Permanente de la UE logran rebajar el porcentaje de los controles al volumen de tomate canario exportado, que pasa del 100% inicial a un mínimo del 5%. Se da la circunstancia que este es el mismo porcentaje que se aplicará para el tomate procedente de Marruecos.
Recientemente, FEDEX ha mantenido una reunión de coordinación con el Área de Agricultura, servicio de Inspección Fitosanitaria de la Delegación del Gobierno en Canarias y la Dirección General de Agricultura del Gobierno de Canarias, con el fin de establecer el procedimiento de inspección y documental de los envíos.
Esta semana se han llevado a cabo las primeras pruebas relativas a la emisión de certificados, inspecciones en los empaquetados, así como en el Puesto de Inspección Fronteriza, ya que los envíos realizados, a su llegada a destino tendrán que someterse a las primeras inspecciones coincidiendo con la entrada en vigor del Reglamento.
Por su parte, los productores canarios reclaman que en Canarias también se apliquen controles similares a la entrada de cualquier tomate, ya que, tras la experiencia acumulada, podría darse la casuistica que pudiera colarse la Keiferia lycopersicella, minador del tomate, lo que causaría un daño enorme a las producciones canarias.
Keiferia lycopersicella o pinworm o minador del tomate
Es una pequeña polilla microlepidóptera, de 9-12 mm, (hay de 7 a 8 generaciones por año) que a menudo se confunde con especies estrechamente relacionadas y que tienen hábitos similares. Aparentemente, gran parte del daño a los tomates atribuido al minador de la berenjena (Gnorimoschema glochinella Zeller) en México y California durante la década de 1920 fue en realidad infligido por el minador o pinworm del tomate (Morrill 1925). Persistió en la literatura como el minador de la berenjena hasta que se redescribió como una nueva especie (Busck 1928) recogida de tomates. Más tarde se sinonimia con Eucatoptus lycopersicella Walshingham. Capps (1946) proporcionó una clave, con descripciones, que define la especie y permite la identificación de larvas con las que podría confundirse.
Se encuentra en las zonas agrícolas cálidas de México, California, Texas, Hawai, Cuba, Haití y las Bahamas. Además, se han reportado desde invernaderos en Delaware, Mississippi, Missouri, Pennsylvania y Virginia. En Florida, es común en áreas productoras de tomate al sur de Tampa a lo largo de la costa oeste y desde Ft. Perfore hacia el sur a lo largo de la costa este.
El daño a los tomates es el resultado de la alimentación de larvas en hojas, tallos y frutos. La lesión inicial es leve y aparece como una mina de hoja pequeña. La lesión posterior incluye plegamiento de hojas y atado de hojas. Las larvas maduras pueden abandonar la hoja y perforar la fruta, dejando un pequeño orificio del tamaño de un «alfiler».
El daño secundario se produce cuando los tejidos de las plantas se infectan por patógenos y la planta muere o la fruta se pudre. Aproximadamente del 60 al 80 por ciento de las frutas de tomate pueden infestarse en una sola temporada (Elmore y Howland 1943).