La Unión Nacional de Productores de Patata (UNPT) alerta de que ante el inicio de la campaña de la patata 2025/2026, los costes de producción siguen aumentando, lo que hace inviable cualquier intento de presionar a la baja los precios contractuales.
Según el último estudio de la UNPT que analiza los costes de producción y los riesgos inherentes a la producción de patata en 2025/2026, se prevé que los costes de producción aumenten entre un 2% y un 3% por hectárea, dependiendo del destino de las patatas (consumo fresco, industrial o fécula). Este incremento se suma a una escalada constante desde 2019, haciendo que los gastos actuales por hectárea sean cuatro veces superiores a los del trigo.
Esta tendencia afecta a todos los ámbitos de gastos y, en particular, a los costes de mecanización y suministro de plantas, que representan ya casi el 50% de los gastos (proporcionales y estructurales). Esta presión económica se suma a un contexto ya tenso, vinculado a la disminución y encarecimiento de los productos fitosanitarios, así como a los crecientes riesgos climáticos que aumentan cada vez más el riesgo económico de los productores. No obstante, los contratos puede contribuir a asegurar un precio «mínimo», aunque éstos reflejar la realidad y la dinámica de los costes de producción actuales para garantizar la viabilidad económica de las explotaciones.
Por ello, la UNPT hace un llamamiento a todos los agentes posteriores del sector -comerciantes, transformadores y distribuidores- para que integren este aumento de los costes en sus contratos y
que incluyan este aumento de los costes en sus propuestas de contratos con los productores para la campaña 2025/2026.
Unos precios justos, equitativos y atractivos, que remuneren el coste de producción y el riesgo, son esenciales para mantener una producción sostenible, garantizar la amortización de las fuertes inversiones (mecanización, almacenamiento, etc.), acelerar la aplicación de las transiciones agroecológicas y alcanzar los objetivos de descarbonización de la producción francesa.