El objetivo de la acción ha sido dar a conocer entre los viandantes las características de la picota, un producto único que se cultiva de manera sostenible y artesanal, siguiendo una larga tradición en el Valle del Jerte, en el norte de Extremadura. La picota es la variedad de cereza más apreciada, y se caracteriza por no tener pedúnculo o rabito, por ser de menor tamaño y por ser más dulce y crujiente.
Con motivo del Día de la Picota, la Denominación de Origen Protegida ha personalizado una ‘food truck’ con imágenes de picotas y donde se podían leer mensajes como ‘sin rabito son solo del Jerte’ o ‘Picota del Jerte solo hay una’. Desde el vehículo han repartido cajas con picotas para que los ciudadanos pudieran degustarlas, mientras recibían información sobre sus cualidades.
La directora técnica de la D.O.P, Fátima López-Santamaría, ha resaltado que la acción ha tenido muy buena acogida entre los ciudadanos. “Estamos muy contentos de haber podido compartir nuestro producto con tantas personas. Esperamos que esta experiencia haya permitido a los ciudadanos seguir explorando el sabor único de nuestras picotas”, ha expresado.
Además, López-Santamaría ha destacado que este tipo de acciones son importantes para la promoción de la labor de la Denominación de Origen Protegida. «Es fundamental para nosotros llevar nuestras picotas a diferentes rincones del país, creando oportunidades para que la gente pueda probarlas y conocer más sobre su origen y proceso de cultivo. Esto no solo beneficia a los consumidores, sino que también apoya a nuestros productores locales», ha concluido.
Asimismo, la acción ha contado con la presencia y el apoyo del mediático frutero Luis Pacheco, que ha contribuido a explicar las diferencias existentes entre las cerezas y las picotas y ha destacado las cualidades de este producto. “Diferenciar la picota de la cereza es muy sencillo. La segunda se recoge del árbol y se comercializa con rabito, y la primera sin él. Pero no porque se le quite, sino porque lo pierde cuando alcanza su punto de maduración”.
Una distinción que va más allá del pedúnculo, y que distingue a la picota como un producto único. “Sólo hay una zona de producción en toda España, y esa es el Valle del Jerte. Allí se cultiva este fruto que tiene un color burdeos o granate oscuro, un sabor dulce y refrescante, más crujiente y menos acuosa que la cereza, que, además, es de mayor tamaño” aclara Pacheco.
La campaña de picota y cereza avanza con buen pronóstico
La Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte ha informado de que la campaña de picotas “acaba de empezar, y aunque avanza poco a poco, se está desarrollando según lo previsto. Su calidad, otro año más, es excelente, y si todo continua como hasta ahora y no hay problemas de climatología adversa, se espera una recolección de 3.000 toneladas de Picota”.
Por su parte, la campaña de cereza, aunque se emprende casi un mes antes, convive con la de la picota del Jerte en los primeros meses de verano. Hasta el momento, la recogida de la Navalinda, única variedad de cereza con pedúnculo amparada por la D.O.P, “cumple cualitativa y cuantitativamente con lo esperado. La calidad ha sido muy buena y se prevé alcanzar la cifra estimada de 300 toneladas”, explica López-Santamaría.
Día de la Picota: la mejor fecha para degustar el fruto de temporada
La degustación de picotas llevada a cabo en Madrid forma parte del calendario previsto por la D.O.P para dar a conocer las cualidades únicas del producto. Además de esta acción, se han puesto en marcha distintos sorteos y concursos en las redes sociales, se han distribuido muestras para degustación en gimnasios y tiendas gourmet, y se ha reforzado la imagen de marca con spots en televisiones autonómicas y medios digitales.
Todo ello, con la intención de “dar la máxima información y herramientas al consumidor, de modo que pueda adquirir la insuperable Picota del Jerte” especifica la directora técnica.
Un programa de actividades que se refuerza en el Día de la Picota. Cada año, la D.O.P celebra a este fruto de temporada el 15 de junio, fecha en la que el producto se encuentra, según López-Santamaría, “en el punto perfecto de maduración. Por eso, es importante dar visibilidad y para ello se hace una gran degustación a pie de calle, para que todos los viandantes puedan descubrir y disfrutar del auténtico sabor del Jerte”.