Es todo un emblema de donde pueden y deben llegar las mujeres en el sector hortofrutícola. Rosario Martín está al frente de la primera comercializadora hortícola de Almería desde el 8M del año pasado, pero lleva 40 años construyendo el sector. Como una de las pioneras de la agricultura de la provincia, echa la vista atrás y recuerda que los «inicios fueron muy duros». «Mi marido, Gabriel Barranco y yo comenzamos de la nada en la casa de mi madre. Ella nos dejó un cortijo e hicimos nuestro primer envío a Zaragoza». Rosario recuerda que al siguiente año, «con mucho trabajo y humildad, conseguimos crear nuestro primer almacén. Con la ayuda de nuestra familia y de las personas que se iban incorporando a La Unión fuimos creciendo». El papel de la mujer es clave para esta empresa, con un 60% de su equipo integrado por mujeres. «La Unión, como se conoce hoy día, no hubiera sido posible sin todas las mujeres que hemos estado involucradas en este proyecto».
Desde su posición, ¿cómo valora el actual papel de la mujer y su evolución en el sector hortofrutícola?
El papel de la mujer ha sido clave no sólo en La Unión sino en el sector hortofrutícola tal y como lo conocemos hoy día. Muestra de ello, en nuestro caso, es que contamos con mujeres en todos los estamentos de la corporación. Desde la presidencia hasta la última técnica de manipulado. Nuestro papel fue clave no sólo por nuestra valentía y empuje en nuestra vida laboral sino que también lo combinamos con la educación de nuestros hijos, que a día de hoy son los encargados de que este sector siga creciendo y siga posicionado como uno de los referentes a nivel industrial.
¿Ve este sector más hostil que otros para el desarrollo pleno de la mujer?
El sector hortofrutícola es uno de los sectores en los que más en cuenta se tiene a la mujer y consigue una tasa de empleabilidad muy alta en todos los ámbitos de la empresa. Desde mi punto de vista, hay veces que no sabemos transmitir todas sus bondades a la sociedad.
¿Qué cree que aporta la mujer a la gestión de las empresas?
Desde mi punto de vista, no hay diferencia entre hombres y mujeres, somos iguales, ambos sexos aportan trabajo y esfuerzo a la hora de gestionar una empresa.
¿En qué medida contribuye a su empresa y su propia gestión directiva a las políticas de igualdad?
En La Unión no existe distinción. Muestra de ello es que actualmente el 60% de los profesionales que conformamos el equipo somos mujeres. Además, contamos con mujeres en todos los estamentos en los que está dividida la compañía.
Muchas cooperativas y empresas ponen en marcha planes de igualdad, ¿qué opina de estas medidas? ¿Qué otras actuaciones y medidas echa en falta para avanzar en este camino?
Estas medidas de igualdad están en el ADN de La Unión, es como un sello que va marcado en el corazón de la empresa. Que existan planes en otras empresas y que luchen por la igualdad me parece buena iniciativa. Como Presidenta de La Unión creo que todas las empresas deben seguir el camino de contar con mujeres en toda su cadena empresarial.
Romper el techo de cristal y alcanzar puestos de responsabilidad como el suyo no es fácil para las mujeres, ¿ha sentido estos obstáculos en su carrera?
Yo no he sentido obstáculos durante los más de cuarenta años de carrera. Tengo que añadir que siempre me he sentido arropada por todos mis compañeros de trabajo y de todo el sector hortofrutícola.
¿Cree, como se afirma en diferentes ámbitos, que los avances de igualdad de los últimos años pueden verse amenazados?
Creo que toda la sociedad debe seguir unida y trabajar por un objetivo común. Desde el trabajo y el esfuerzo diario no tendrían que verse amenazados. En este sector debemos seguir con la línea de trabajo que hemos tenido desde que comenzó en los años 60 y en un futuro seguiremos recogiendo los frutos que estamos sembrando en este presente.