Los países de Mercosur (Brasil, Argentina y Uruguay) acaparan el 60% del total de interceptaciones en los nueve primeros meses del año. Brasil pasa de las 10 acumuladas en 2021 por estas fechas a las 63 de este (+530%), Argentina de 5 a 8 (+200%) y Uruguay 4 por ninguna del pasado año. También podríamos añadir a otro Estado asociado de Mercosur como es Colombia con 3 interceptaciones este año por 1 el pasado.
Sudáfrica desciende en número de interceptaciones, pero hay que tener en cuenta que comenzó en septiembre el grueso de sus exportaciones y que ha suspendido las exportaciones de naranjas de sus zonas con plagas, aunque no de las otras. Pese a suspender esos envíos aún acumula 16 interceptaciones en lo que llevamos de año, 4 de ellas en septiembre, “lo que demuestra una vez más que no cumple con sus compromisos”. De esas 16 interceptaciones, 13 corresponden a la Phyllosticta citricarpa, hongo que provoca la temida enfermedad de la Mancha Negra de los cítricos. En este sentido, desde LA UNIÓ se reclama un aumento de las exigencias y los controles en origen, ya que se están disparando las detecciones por este hongo.
Por todas estas circunstancias y el peligro que entrañan, LA UNIÓ solicita la suspensión automática de las importaciones procedentes de aquellos países terceros que no puedan garantizar la seguridad fitosanitaria de sus envíos porque siempre son los mismos países los que encabezan el listado de las interceptaciones. Del mismo modo la organización reclama la implantación de un sistema de frío unificado para todas las importaciones y países y que las autoridades comunitarias tengan un único criterio estandarizado para todos.
Por otra parte, LA UNIÓ cree que ratificar o suscribir acuerdos por parte de la UE como por ejemplo con Mercosur o Sudáfrica es un grave error, pues no existen estudios profundos ni rigurosos de impacto sobre los efectos que causan en nuestro sector agrario ni sobre las consecuencias de la posible entrada de una plaga, algo que ya estamos pagando con la Xylella o con el Cotonet de Sudáfrica.
Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, señala que “todo lo que sean acuerdos sin reciprocidad en los estándares de producción o en el uso de materias activas, sin plenas garantías fitosanitarias en materia de plagas, sin adquirir los compromisos de reducción que plantea la estrategia europea De la granja a la mesa y sin ordenación en cuanto a los periodos de importación para que no solapen a las producciones europeas que no sean deficitarias, es volver a incurrir en los mismos errores de siempre que causan siempre un enorme impacto negativo al sector europeo”.
Peris indica también que “con el incremento tan desorbitado de los costes de producción hace falta tomarse más en serio todos los asuntos relacionados con la protección de la sanidad vegetal europea, porque la introducción de una nueva plaga o enfermedad subiría aún más los costes de esos tratamientos y además devaluaría el papel de los cítricos como suministradores de una fruta orientada al mercado en fresco”.