La tormenta Bernard trajo fuertes lluvias y vientos. Además, en algunas regiones, los fuertes vientos también estuvieron acompañados de tormentas de arena con velocidades que alcanzaron los 100 kilómetros por hora. Esto provocó daños importantes en los invernaderos donde se cultivaban los primeros cultivos de frutos rojos, como frambuesas, moras, arándanos y fresas. Además de los daños causados a los invernaderos, también se registraron casos de plantas arrancadas de raíz.
Actualmente, en las regiones productoras de berries de Marruecos, la pérdida de plantaciones de frambuesa se estima en un 15-20%. Las plantaciones de arándanos y fresas también sufrieron daños importantes, pero las asociaciones locales aún no han anunciado estimaciones exactas del nivel de daños. Sólo se informa que los cultivos de frutos rojos en una superficie de aproximadamente 9 mil hectáreas resultaron dañados.
Pérdidas en aguacate
El cultivo de aguacate también ha sufrido las consecuencias de este temporal de lluvia y viento. Los daños a esta fruta se estimaron en alrededor del 10%, o 6.000 toneladas en todo el país. Los aguacates Hass grandes son los principales afectados y estos frutos ya no aptos para la exportación. Sin embargo, algunos siguen siendo de buena calidad y podrían encontrar un lugar en los mercados locales. Además, la tormenta provocó algunas pérdidas de árboles, algunos fueron total o parcialmente destruidos, o incluso arrancados de raíz.
Cabe señalar que la tormenta alcanzó su máxima intensidad en la región de Larache, zona crucial para la producción de aguacate en Marruecos, donde soplaron vientos de hasta 106 km/h.
Daños en España
En España, en la provincia de Huelva, según los productores locales, se han causado graves daños a 2.000 hectáreas de frambuesas, ya que estas plantas son bastante frágiles. Los campos de mora sufrieron pérdidas similares, aunque la superficie dedicada a este cultivo es mucho menor. Los daños también fueron importantes para las plantaciones tempranas de arándanos, mientras que los cultivos de arándanos de media y última temporada se vieron menos afectadas porque los arbustos del cultivo son más robustos que los de las frambuesas y el desarrollo de variedades tardías de arándanos aún no estaba muy avanzado. En cuanto a las fresas, el daño aquí resultó ser mínimo, ya que los invernaderos donde se cultivan aún no estaban cubiertos con película y la siembra de plántulas apenas comenzaba.