“La solución al ‘cotonet’ vendrá de la mano del control biológico”

El ‘cotonet de Sudáfrica’  (Delottococcus aberiae) ha vuelto a saltar a la palestra esta semana. Lo hizo el pasado miércoles, cuando el senador popular Vicente Martínez Mus pidió al ministro de Agricultura, Luis Planas, en el pleno de la Cámara Alta, que el Gobierno permitiera excepcionalmente el uso del metil clorpirifos para el control de esta plaga. Planas no vaciló un segundo: “No tomo esa decisión por responsabilidad”, y recordó que este insecticida se prohibió en 2020 por su “alto riesgo para la salud”.

Para el ministro, la solución para combatir el ‘cotonet’ pasa por adoptar una estrategia integral basada en el control biológico. Pero, ¿qué herramientas tiene el sector actualmente a su alcance?

Hablamos con Javier Arizmendi, director de operaciones de ZERYA, quien nos explica que, tras su detección por primera vez en la Comunidad Valencia en 2009, el ‘cotonet de Sudáfrica’ (o ‘cotonet de Les Valls’, por ser la zona donde apareció con más fuerza) se ha extendido ya por buena parte de la costa mediterránea española, desde Tarragona hasta, prácticamente, la Región de Murcia, donde esta campaña se ha confirmado su presencia.

Arizmendi comparte con el ministro la imposibilidad de autorizar de forma excepcional el metil clorpirifos por su alta toxicidad, lo que llevó a la cancelación de su registro europeo, y afirma que el control de esta plaga tendrá que venir, fundamentalmente, “de mano de soluciones biológicas como feromonas, bandas pegajosas y fauna beneficiosa” como la avisa parásita que, en breve, podría comenzar a producirse de forma masiva o también una especie más conocida como Cryptolaemus montrouzieri.

Más de una década de I+D
Cuando en 2009 se detectó la plaga en nuestro país, el IVIA y la UPV rápidamente se pusieron manos a la obra para hallar un insecto auxiliar autóctono capaz de combatirla, si bien esta búsqueda no dio resultados. A partir de ahí, y con la autorización del Gobierno, iniciaron un nuevo testeo con auxiliares de otras zonas productoras del mundo y encontraron, precisamente en Sudáfrica, una avispa parásita (Anagyrus aberiae) que demostró un buen control de la plaga. De hecho, “ya hay quien la está utilizando en este país, e incluso, existen zonas en las que está controlando la plaga de forma natural”, explica Juan Miguel Rodríguez, Citrus Manager de Koppert España, empresa que ya ha conseguido el permiso del Gobierno para producir masivamente este parásito en nuestro país.

Anagyrus aberiae actúa parasitando a las hembras o larvas adultas del ‘cotonet’, causando la muerte de la plaga y el nacimiento de un nuevo parásito. Entre los principales hándicaps de este insecto auxiliar, Rodríguez apunta a que, “por cada generación de ‘cotonets’ tenemos entre dos y tres de la avispa”.

Koppert gestiona actualmente unas 20.000 hectáreas de control biológico en cítricos en España.

En Koppert acaban de iniciar las primeras reproducciones en masa de Anagyrus aberiae y, a partir de ahí, “vamos a definir el protocolo más eficaz y económicamente viable”, afirma Rodríguez, quien apunta que, todo caso, “debemos dimensionar perfectamente la producción para atender la demanda prevista”. El Citrus Manager de Koppert confía en la eficacia de este auxiliar en el control del ‘cotonet’, ya que “tenemos muy buenos resultados con avispas similares en otras plagas”.

En España existen actualmente en torno a 305.000 hectáreas de cítricos, de las que apenas un 10% se cultivan bajo métodos de control biológico. De convertirse esta avispa parásita en una alternativa eficaz económicamente viable para el control del ‘cotonet’, podría suponer un impulso sin precedentes a este método de cultivo más sostenible.