El cambio climático junto con la desertización incrementa el empobrecimiento del suelo, fenómeno que ocurre en el 60% de los suelos de europeos.
Los suelos pobres o cansados se manifiestan como suelos secos, impenetrables con carbonato cálcico, yeso o sílice, suelen estar agrietados, suelos con compuestos alelopáticos y con parasitismo de debilidad. La adición de materia orgánica, como restos vegetales, ayuda de manera significativa a la disponibilidad de nutrientes, pero si tras esta incorporación, solarizamos con Solmax, obtendremos un suelo sano.
El Solmax Solarización, es un plástico transparente con una transmisión de la luz hasta el 93%, permitiendo que la radiación solar penetre en el suelo y caliente el agua que contiene. Cuando se realiza la solarización, al estar el suelo en condiciones de falta de oxígeno, abundante agua y alta temperatura, los organismos fitopatógenos se ven afectados por la liberación de productos biocidas y ausencia de oxígeno como primera etapa. Es por ello por lo que, la baja permeabilidad a los gases que proporciona el Solmax es de gran importancia.
En la segunda etapa, más larga que la anterior, las poblaciones de microorganismos saprofitos alcanzan el equilibrio, al mismo tiempo que se reduce el nivel de plagas y enfermedades edá- ficas, mejorando la salud del suelo para el siguiente cultivo quedando demostrado que una de las claves es regenerar el suelo para frenar su empobrecimiento.