“En septiembre, ya vamos a tener mucho volumen de producto”, afirma Andrés Góngora, responsable de Frutas y Hortalizas de COAG, preguntado por las previsiones sobre la próxima campaña de Almería, la 2020/2021. En muchas fincas se recolectan estos días pimientos, tomates o calabacines; en el caso de los primeros, porque sus trasplantes se han adelantado este año y, en el calabacín, “porque su cultivo no se ha parado”, comenta Góngora.
Tanto es así que, según El Plantel Semilleros, “se ha producido un adelanto de la campaña de pimiento temprano” y, mientras en marzo comenzaban los primeros trasplantes de Lamuyo, en junio se daba por concluida la plantación de los primeros California. Pero no solo eso.
Los datos de la Consejería de Agricultura andaluza recogen el inicio de los trasplantes más tempranos de tomate en Níjar entre finales de junio y principios de julio, y apuntan que “se espera que la mayoría se empiecen a plantar a finales de julio y principios de agosto, también bastante temprano”. Y similares son los casos de berenjena y pepino.
Este comienzo adelantado de las plantaciones está trayendo consigo un aumento de las incidencias de plagas por el solapamiento de cultivos: hay más trips en pimiento, más mosca blanca en tomate y también mayor presencia del virus Nueva Delhi en calabacín, que trasmite la mosca blanca.
Para Góngora, los motivos de esta situación están claros: “El agricultor necesita dinero cuanto antes”. El problema es que sacar las producciones de Almería de su calendario habitual entraña un riesgo: entrar a competir en unos mercados europeos donde aún existen producciones locales.
Llegado a este punto, el responsable de COAG lamenta la cada vez mayor presión de la “pinza” de Marruecos, cuyo calendario de producción coincide con el almeriense. Esto hace que muchos agricultores, ante la imposibilidad de competir en precios con el país norteafricano, busquen nuevos huecos de mercado, aunque estos son cada vez más inexistentes, puesto que el cambio climático favorece la ampliación de las campañas locales en los principales destinos de exportación europeos.
Prueba de esta “pinza” a la que alude COAG es el hecho de que, durante la última campaña, la 2019/2020, las exportaciones de tomate marroquí a la UE superasen a las almerienses. “Y el tomate es el cultivo del que tenemos más datos”, apunta Góngora y añade que, por ejemplo, este país también está aumentando su superficie de pimiento, aunque poco a poco. “Están empezando a hacer bastante tipo Palermo”, comenta.
Según datos de la FAO, Marruecos contaba en 2018 con 1.205 ha cultivadas de pepino (+2,7% en relación a 2017), 1.962 de berenjena (+4,1%), 15.955 de tomate (+0,4%) y 5.449 de pimiento (no hay datos de 2017).