Promoción
El presupuesto no es muy elevado. Esto obliga a focalizar bien las acciones destinadas a hacer marketing. Los socios de la IGP creen que la forma de hacerlo es llegando directamente con el sello al consumidor final y es en esta dirección en la que se trabaja año tras año, como nos explica Eva García, coordinadora del Consejo Regulador: “Tenemos dos estrategias para llevarlo a cabo; por una parte, formamos a futuros cocineros y actuales, que son muy buenos prescriptores y, por otro, nos dirigimos a jóvenes y niños porque, donde van niños, están también presentes los padres, a los que les llega el mensaje”, a lo que añade: “Nuestra forma de llegar al lineal es que el consumidor demande el sello”.
«Los socios de la IGP, pese a ser competidores, están unidos bajo este sello»
Unión
El sector es generador de empleo, evita la despoblación rural y, además, ofrece un trabajo cualificado, por lo que evita la fuga de jóvenes formados de la región. Todo ello contribuye a crear conciencia de grupo que, bajo el paraguas del sello, hace alarde de un producto de calidad en los mercados con un objetivo común: desarrollar la marca y posicionarla. De esta forma, “los socios de la IGP, pese a ser competidores, están unidos bajo este sello y se trata de una unión muy fuerte”, señala García.
Un producto de valor
Desde la IGP del Ajo Morado de Las Pedroñeras no se cansan en insistir en la excelente calidad de su producto ya que contiene más cantidad de alicina que otros, un sabor tres veces mayor y, además, resiste mejor el cambio climático en campo y tiene mayor vida útil en el lineal. Todo ello lo convierte en un producto único que debe contar con una diferenciación en el mercado, que cada año va lográndose poco a poco.