La Estrategia Nacional de Alimentación (ENA) invita a una amplia participación
Luis Planas: “Escucharemos a todos los que tengan algo que aportar” para configurar una estrategia “completa, transversal y útil”.
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En la presentación del inicio de los trabajos de la Estrategia Nacional de Alimentación (ENA), el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha subrayado que “recogemos el testigo del presidente del Gobierno que, en su toma de posesión en noviembre, anunció que en esta legislatura trabajaríamos en esta estrategia”. Durante el acto, en el que ha estado presente la revista Mercados, Planas ha detallado que en el primer semestre de este año “se han desarrollado los trabajos previos para definir el plan de trabajo y sus ejes estratégicos”.
Tras esta labor de diseño, ahora se pone en marcha un proceso de participación pública, “de escucha colectiva”, que confluirá en una herramienta “completa, transversal y sobre todo útil para todos los eslabones de la cadena alimentaria y para la ciudadanía”.
Definir esta estrategia es necesario también -ha enfatizado el ministro- para que España se adelante, con una posición propia, en el debate sobre sistemas alimentarios al que van a asistir las economías mundiales en los próximos años.
La estrategia nacional debe ser un instrumento “útil” con el que construir las políticas públicas en materia alimentaria, siempre enfocadas a conseguir un sistema sostenible, competitivo y arraigado en el territorio
El ministro ha recordado que la agenda política internacional incluye ya entre sus prioridades la transición de los actuales sistemas alimentarios hacia modelos más sostenibles y asequibles. En el caso de Europa, la Agenda Estratégica 2024-2029 acordada el pasado 27 de junio por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión incluye entre sus objetivos la soberanía alimentaria. Además, está previsto que en esta nueva legislatura europea la Comisión presente una normativa sobre sistemas alimentarios saludables.
En un escenario de cambio climático -“adaptándonos y siendo capaces de responder en el día a día en la producción de alimentos y de bebidas”-, inestabilidad geopolítica y transformación tecnológica, “unido al crecimiento demográfico, a la urbanización y al cambio de hábitos de consumo” -ha remarcado- es necesario cambiar la forma de producir, comprar y consumir alimentos. Al mismo tiempo, es preciso garantizar los medios de vida de los productores primarios y de los actores de la cadena de suministros, para que obtengan retornos económicos justos y que generen nuevas oportunidades de desarrollo, según Planas.
El ministro ha afirmado que la estrategia nacional debe ser un instrumento “útil” con el que construir las políticas públicas en materia alimentaria, siempre enfocadas a conseguir un sistema sostenible, competitivo y arraigado en el territorio. Para España, que es una potencia agroalimentaria, el cuarto país exportador de la Unión Europea (UE) y el séptimo del mundo, con una producción muy diversa y modernizada, la estrategia nacional debe ser un eje transversal que conecte agricultura, ganadería, pesca y acuicultura, salud, medio ambiente y los hábitos alimenticios.
Los objetivos de la estrategia pasan por garantizar el suministro constante y seguro de alimentos a la población mediante un sistema de producción que sea ambientalmente sostenible, económicamente rentable, y socialmente justo, y que a la vez fortalezca las comunidades rurales y fomente hábitos alimenticios saludables.
Todas las voces del sector
Durante la presentación, tuvo lugar una mesa redonda moderada por José Miguel Herrero, director general de Alimentación, que, bajo el lema ‘Proyectando el futuro de la Alimentación en España’, contó con la participación de Yvonne Colomer, directora de la Fundación Triptolemos; Toni Massanés, director de la Fundación Alícia; Belén Barreiro, directora de 40db, e Inma Puig, psicóloga clínica.
Yvonne Colomer, directora de la Fundación Triptolemos, recordó que son conscientes de que están “en un sector estratégico y tenemos una responsabilidad más allá del negocio”. Desde la Fundación definen los sistemas alimentarios en cuatro ejes alineados con los 17 ODS: accesibilidad/disponibilidad, políticas/legislación, macro y micro economía, y social, que “tienen que estar en equilibrio para conseguir este anhelado desarrollo económico y social; si alguno falla, el equilibrio se desmorona”. Además, añadió que “todo tiene que ser en base a la innovación, la ciencia demostrada, la tecnología, y siempre teniendo en cuenta que el motor del sistema es la actividad empresarial responsable”.
Por su parte, Toni Massanés, director de la Fundación Alícia, apuntó que la innovación tecnológica “va a empezar a hablar de una vez por todas con las tradiciones locales y ahí España tiene mucho que decir para crear alimentos del futuro que sean anos, sostenibles, buenos, apetecibles y, por tanto, competitivos desde el punto de vista de los consumidores”. Además, avanzó que, desde la Fundación Alicia, han desarrollado una estrategia “para acompañar e innovar con las pymes para que puedan producir nuevas líneas de negocio y ayudarlas a ser más competitivas”.
Mientras, Belén Barreiro, directora de 40db, reconoció que la sociedad actual está caracterizada “por una diversidad creciente con multitud de hogares completamente diversos con gustos que se van fragmentando” donde “hay menos que nos cohesiona”. “La diversidad puede tener mucho de bueno, pero es importante mantener esos puntos de cohesión social”, admitió, destacando que, desde la agencia de investigación, han observado que, “conforme España se hace más digital, se retoma cada vez más el gusto por lo muy tradicional”.
Finalmente, Inma Puig, psicóloga clínica, resaltó la importancia de la “sostenibilidad emocional, porque no tiene sentido que estemos cuidando las cosas y no cuidemos a las personas. Cuidar es una labor que tenemos todos pendiente porque lo hacemos poco y a ratos”. Asimismo, abogó por la importancia de gestionar las emociones, “que es lo que permite que las personas puedan trabajar y colaborar juntas y ponerse a pensar juntas”, destacando que “hemos de escuchar el doble de lo que hablamos si queremos entender al otro”. “Entenderse con el otro tiene que ver con la comprensión; la semilla del compromiso es la comprensión”, resaltó.