Con la llegada del nuevo año, los consumidores esperan una rebaja en alimentos básicos, tal y como anunció el Gobierno recientemente, con una supresión del IVA en productos como la leche o el pan, por los que ya se pagaba un IVA superreducido a los que ahora no se les sumará ese 4% de impuestos. Sin embargo, el director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), Ignacio García Magarzo, recuerda que esto tampoco es garantía de una bajada de la compra porque, «los precios se fijan libremente» por cada establecimiento, tal y como ha declarado en la cadena Ser.
«Los mismos precios que en nuestro país han sido extraordinariamente estables durante 20 años llevan año y medio subiendo por unas causas que son objetivas», ha añadido apuntando además que los consumidores cada vez son más exigentes a la hora de elegir el establecimiento donde comprar y que, por eso, tienen que tener «mucho cuidado con los márgenes, porque son la clave» para que los clientes elijan unos y no otros.
García Magarzo explica que los productores están pagando en torno al 30% más que el año pasado; la industria, el 25% más y el IPC en cambio registra un máximo del 15% por lo que cree que se está haciendo un esfuerzo para que el consumidor no note esa subida en el precio final: «En España la cadena de producción y consumo es eficiente y competitiva. Tenemos precios muy por debajo de nuestros vecinos europeos. Es un error hablar de que alguien puede estar absorbiendo esas medidas para enriquecerse», subraya.
En todo caso, recuerda que los grandes supermercados ponen los precios que sus proveedores fijan en las tarifas y están «condicionados por los costes». Por eso, cree que los establecimientos tienen un reto: «Que el resto de costes baje cuanto antes. Esa será la mejor garantía de que bajen los precios».
Respecto a si medidas como la cesta de compra básica que implantó Francia podrían ser eficientes, el director general de Asedas señala que allí «no salió bien» porque «los consumidores decían que los productos perdían calidad». En cualquier caso, a los distribuidores y supermercados sí les habría gustado que el Gobierno les hubiera consultado a la hora de diseñar su plan para paliar las subidas y se hubieran tenido en cuenta factores como el nuevo impuesto a los envases que entra en vigor este enero.
