La empresa valenciana Vicente Peris, productora y comercializadora de frutas y verduras, lleva tiempo ‘plantando’ eficiencia y continúan recogiendo los frutos.
El pasado año 2022 redujeron el consumo de energía de la red eléctrica en un 19,21%, en buena parte gracias a la autoproducción de electricidad que les ha proporcionado su nueva estación fotovoltaica, que entró en funcionamiento en febrero del año pasado. Además, la empresa ha formado en pautas de eficiencia a los equipos de trabajo, lo que ha contribuido a un mejor aprovechamiento de la luz.
De este manera, la demanda energética total de Peris en 2022 fue de 784 mil kW/h, de los que 128 mil kW/h se cubrieron con la energía producida por la instalación de placas solares.
Todo ello en un año en el que el volumen de productos procesados por la empresa en su división de IV gama ha aumentado considerablemente. En concreto, los productos que han despuntado durante 2022 para Peris han sido la piña en rodajas, con un crecimiento del 77% con respecto al año anterior, la zanahoria en bastones, con un incremento del 80%, y la calabaza troceada, que ha aumentado en un 90%.
También en 2022, Peris acometió la ampliación de sus instalaciones de IV gama, con la puesta en marcha de una segunda sala blanca y la incorporación de nueva maquinaria. Esto ha incidido en un mayor consumo eléctrico global, que se ha absorbido por la instalación fotovoltaica y, aun así, se ha reducido el consumo de KWh por tonelada con respecto a 2021.
Formación y sensibilización a los equipos de trabajo
Además de invertir para mejorar la eficiencia de la planta de IV gama, Peris ha hecho otro tipo de inversión, la formativa a los equipos de trabajo para un uso más eficiente de los recursos durante los procesos de trabajo, no solo en el uso de la luz, sino también en el consumo de agua, que en 2022 se redujo en un 4,27%.
Los procesos de eficiencia se van incorporando en base a los objetivos marcados a través de la norma ISO 14001, donde se trabaja con la reducción de consumo de otros insumos, como el papel, o la optimización en la segregación de residuos para un reciclaje más efectivo.
Revalorización de los desechos orgánicos como apoyo a la sostenibilidad
Por lo que respecta a los residuos autogenerados, la empresa es muy activa en la búsqueda de proyectos que revaloricen ciertos desechos orgánicos fruto de la actividad de IV gama, como las semillas de melones y calabazas. Estas, por ejemplo, se envían en un porcentaje a la Universidad de Castilla-La Mancha para investigación en el desarrollo de alimentos funcionales.
Como refuerzo, Peris también trabaja con ganaderías locales para dar una salida sostenible a restos de frutas y verduras que se desechan para consumo humano, pero que siguen siendo óptimos para la alimentación saludable y natural de animales.