La competencia china provoca una bajada del 55% en el precio del ajo en Córdoba
Calculan que para 2019 la superficie sembrada, actualmente de 2.011 hectáreas, disminuirá en un 15 por ciento.
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A finales de julio pasado finalizó la recogida del ajo en la provincia de Córdoba. Un cultivo tradicional cordobés que no pasa por su mejor momento como consecuencia de los bajos precios que reciben estos agricultores.
El presidente provincial y nacional de la Sectorial de este cultivo de Asaja, Miguel del Pino, informó de que las cotizaciones en origen se han situado esta campaña en una franja que va desde los 0,4 hasta los 0,7 euros por kilo en función de la calidad y el estado del fruto.
Esta cifra contrasta con los 0,9 euros que se ha pagaban hace un año, lo que supone que en este periodo se ha abaratado entre un 22 y un 55 por ciento, mientras que en 2016 el valor medio ascendía a 1,3 euros. Este dirigente agrario apuntó que los precios en los almacenes son más variables según el tamaño y la forma de empaquetado con la que sale el producto al mercado. No obstante, los agricultores confían en un mantenimiento de los actuales niveles a fin de que no sea un cultivo que genere pérdidas.
El motivo de esta situación hay que buscarlo fuera de España, concretamente en China, que acapara el 83 por ciento de la producción mundial de esta hortaliza. «El problema es que este año han puesto precios ridículamente bajos, lo que nos ha afectado a los ajeros españoles», destacó el representante de Asaja. Éste recordó que desde hace algunos años existen una serie de medidas disuasorias por parte de la Unión Europea (UE) para dificultar la entrada más allá de las fronteras comunitarias. En este sentido, está fijado un cupo máximo que, en el caso de las exportaciones del gigante asiático, ascienden a 55 millones de kilos al año, mientras que para Argentina son de 19 millones. Todo lo que superen esos dígitos conlleva el pago de un arancel de 1,2 euros por kilo.
Del Pino detalló que estas actuaciones han servido para erradicar la llegada de ajo de manera ilegal por Portugal e Inglaterra. «Sin embargo, ahora estamos viendo que está entrando irregularmente mucho producto por Europa del Este, países que nunca han tenido tradición en este sector y que ahora elevan de repente sus producciones, lo que nos hace sospechar», destacó.
La patronal ha realizado un sondeo entre algunos agricultores de la provincia y una de sus principales conclusiones es que la superficie de siembra para la campaña de 2019 se reducirá hasta un 15% respecto al presente ejercicio, que ya supuso una bajada del 10 por ciento de las hectáreas hasta quedarse en unas 2.011.
El motivo es la menor rentabilidad del cultivo por la caída de los precios, junto al hecho de que «el ajo es un alimento que cuesta mucho dinero producir, ya que el coste para la puesta en funcionamiento de una hectárea ronda los 10.000 euros», según resaltó el dirigente agrario. Del Pino subrayó que los ajeros siempre buscan las mejores tierras, ya que es necesario cambiar continuamente de suelos para su siembra por cuestiones de sanidad vegetal, lo que se suma a los gastos derivados de otros aspectos, como semillas o productos fitosanitarios, entre otros.
La producción este año se quedó en las 22.121 toneladas, un 6 por ciento menos, aunque es destacable que Córdoba se mantenga a la cabeza de las provincias con más recolección al representar un 34 por ciento de la cosecha y el 38 por ciento de la superficie en Andalucía. Es reseñable, igualmente, el hecho de que la presente temporada se inició con dos semanas de retraso con respecto a lo que venía siendo habitual debido a las lluvias caídas en marzo y abril. Los principales mercados de esta hortaliza que se siembra en Córdoba son internacionales, concretamente, en cerca de un 90 por ciento, según informó Del Pino.
Fuente: AbC