Según el Instituto Nacional de Estadística, el Índice de Precios al Consumo (IPC) del mes de julio es del -0,6%, y parte de su caída se debe al retroceso de la alimentación, especialmente de la fruta y las hortalizas, según detallan en un comunicado.
Debido a las circunstancias excepcionales vividas durante los meses de confinamiento y que impedían recoger los datos de parte de los productos que conforman la cesta de la compra con la que se elabora el IPC, el INE creó dos indicadores temporales: Servicios COVID y Bienes COVID.
En este último se incluían los productos de alimentación, bebidas, tabaco, limpieza y artículos no duraderos para el hogar, productos farmacéuticos, comida para animales y artículos para el cuidado personal. Unos productos que han caído un 0,7% en julio respecto a junio, último mes con Estado de Alarma en vigor.
«Destacan las bajadas de los precios de las frutas y las legumbres y hortalizas, que descienden un 4,9% y un 2,0% frente al mes de junio.», detalla el INE.
Los grandes grupos de alimentaciones del INE han registrado bajadas desde que se decretó el fin del confinamiento. El que aglutina las bebidas no alcohólicas y los alimentos bajó un 0,3 en junio y un 0,7 en julio. Por su parte, los alimentos no elaborados descendieron un 0,3 en junio y un 1,7 en el mes posterior. En cuanto a los elaborados, también registraron caídas del 0,3 en junio y 0,3 en julio.
Hay que recordar que los alimentos fueron el producto estrella durante el confinamiento, la leche y la levadura se agotaron en las tiendas e incluso los supermercados tuvieron que regular el precio de los productos frescos tras registrar repuntes en el coste de hasta el 25%.