“Indignante, ni un simple atisbo de autocrítica y con un alarmante desconocimiento de la realidad por parte de la Comisión Europea, parecía más un diálogo de besugos pese a los esfuerzos de los eurodiputados españoles que un debate serio y constructivo celebrado en el seno del Parlamento Europeo”. Así de gráfico resume Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ de Llauradors, el debate celebrado en la Comisión de Agricultura de la Eurocámara sobre la crisis de la citricultura europea al que ha asistido este jueves en Bruselas junto al miembro de la Ejecutiva de LA UNIÓ, Eduard Martí, y una delegación del sector cítricola de la Comunitat Valenciana y de la Conselleria de Agricultura que han trasladado el malestar existente ante la falta de soluciones.
El representante de la Comisión Europea ha dicho en el debate que “han sido las condiciones internas de producción de las zonas citrícolas españolas (climatológicas o de organización comercial, entre otras) las que han causado problemas en la campaña actual con la bajada de precios, que no coinciden además con los que nos han facilitado las autoridades españolas”, ha concluido. Por ello, ha señalado que no hay motivos para pedir la cláusula de salvaguardia a las importaciones citrícolas de Sudáfrica porque “además no han aumentado significativamente”, cuando sin embargo los datos oficiales de sus exportaciones a la UE le contradicen y demuestran que han subido más de un 40% en sólo cinco años hasta alcanzar una cifra de más de 800.000 toneladas.
El representante de la Comisión Europea también ha dicho que “nunca rebajan las condiciones fitosanitarias en los acuerdos comerciales que suscriben con terceros países”, pero ha obviado el fondo de la cuestión de la reciprocidad acerca de la denuncia efectuada por LA UNIÓ sobre la utilización de materias activas por parte de Sudáfrica para el cultivo de los cítricos cuyo uso está prohibido en la UE.
El secretario general de LA UNIÓ, Carles Peris, ha trasladado en todas las reuniones mantenidas en este viaje a Bruselas las demandas de la organización -que son las de los agricultores valencianos- y que pasan por renegociar los tratados internacionales con incidencia en el sector; la aplicación de la cláusula de salvaguardia como se ha logrado en el arroz; una reciprocidad real de las normativas europeas en materia fitosanitaria, medioambiental y laboral a las producciones agrarias procedentes de países terceros; así como exigir la implantación del tratamiento en frío en tránsito a todos los cítricos procedentes de países terceros con plagas de cuarentena.
LA UNIÓ ha aprovechado también el encuentro en Bruselas para trasladar a los representantes de la Comisión Europea una invitación para visitar la Comunitat Valenciana y conocer in situ la problemática actual de la agricultura valenciana en general y del cultivo de los cítricos en particular, “hablando con el sector para ver la realidad en la que están sumidos los productores con sus campos repletos de cítricos en el árbol o en tierra y pensando en abandonar ante la falta de rentabilidad”.