La 2020/2021 continúa siendo una campaña complicada para el pimiento almeriense. Si hace semanas la alta incidencia de virosis era un problema, a día de hoy, la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) de la Junta de Andalucía llama la atención sobre el aumento de la presencia de araña roja en los cultivos.
La causa no es otra que una climatología favorable para el desarrollo de la plaga: temperaturas de 30ºC y un ambiente seco. A lo que Francisco Sola, técnico de Nature Choice, añade el viento: “El Levante ha dificultado la instalación de los depredadores naturales, entre ellos el Amblyseius swirskii”, el más utilizado en pimiento.
Según explican desde la Administración andaluza, en un primer momento, la araña roja se presenta en pequeños focos, provocando manchas amarillas en el haz de las hojas. En las fincas donde no ha sido posible una detección precoz, esas pequeñas manchas se hacen más grandes y vienen acompañadas de desecación, e incluso, defoliación (caída de las hojas).
Asimismo, apuntan que, “en aquellas parcelas en las que se ha realizado la suelta de OBCs (Organismos de Control Biológico) con una dosis inferior a la recomendada y no se ha aplicado un plaguicida específico unas semanas antes de las sueltas, se ha observado que la incidencia de la plaga es mayor”.
Aun así, “no es una hecatombe”, afirma Sola, quien reconoce que la araña roja sí está presente en todas las fincas de pimiento. “No son ataques muy agresivos”, insiste, y explica que, hasta que no bajen las temperaturas, será difícil frenar el desarrollo de la plaga.
A priori, la araña roja no provoca daños en los frutos, sin embargo, una población considerable de la plaga puede frenar el desarrollo vegetativo de la planta y, con ello, el mantenimiento de su producción.
Desde la RAIF, recomiendan tratar sobre los focos detectados en el cultivo y reforzar la suelta de OCBs.