Cebolla
Koppert ofrece un completo protocolo de control biológico en cebolla que se inicia con la aplicación de materia orgánica antes de la siembra. “Tan importante como controlar las plagas es acondicionar correctamente el suelo para darle la biodiversidad que necesita y, de esa forma, contribuir a que la planta tenga activadas todas sus defensas naturales”, explica Javier Villegas, especialista de cultivos al aire libre en Koppert. El aporte de materia orgánica se complementa con la aplicación de Trianum, un biofungicida que crea una capa protectora en torno a las raíces para protegerlas frente a enfermedades de suelo como Fusarium o la raíz rosada, entre otras.
«Tan importante como controlar las plagas es acondicionar correctamente el suelo»
La atención a la salud del suelo es también imprescindible para luchar eficazmente contra plagas como la mosca de la cebolla y también para reducir notablemente la emergencia de trips desde el suelo. Para ello entran en juego los nematodos beneficiosos, unos gusanos microscópicos que penetran en el suelo y buscan la plaga para introducirse en ella y depredarla completamente por dentro en cuestión de unas horas. Para el cultivo de cebolla, Koppert consigue excelentes resultados con Capirel, un producto muy fácil de aplicar vía riego que contiene millones de nematodos beneficiosos de la especie Steinernema feltiae.
Trips de la cebolla
El control de Trips en hoja está resuelto mediante sueltas del chinche depredador Orius laevigatus, que se comercializa con la marca Thripor-L. Por otra parte, el control de la fisiología de la planta se lleva a cabo de forma natural y con gran eficacia mediante bioestimulantes específicos, como Viditerrum y Vidiparva. Por último, el protocolo de control biológico en cebolla se completa con Vidifol y el azufre biológico Veni Biosulfur para el control de enfermedades foliares.
Ajo
Koppert también ofrece un completo protocolo de control biológico en ajo, que garantiza la protección del cultivo durante todo el ciclo, comenzando con la protección de la semilla frente a las enfermedades de emergencia. Con las mismas herramientas disponibles para cebolla, el control biológico en ajo no tiene secretos para Koppert, que ha adquirido una gran experiencia en campo en torno al control de las principales plagas, las enfermedades de suelo y las enfermedades foliares.
Control biológico
Tras más de 60 años de experiencia en control biológico, Koppert está liderando en España el uso de insectos beneficiosos para el control de plagas en cebolla, consiguiendo excelentes resultados en las principales zonas de producción, como Castilla-La Mancha y Andalucía. El método en el que se basa el control biológico en cebolla no tiene nada que ver con el control químico. El productor necesita tener un asesoramiento cualificado y realizar un seguimiento continuo del cultivo para comprobar si hay presencia de plagas y con qué intensidad.
Es una técnica a prueba de resistencias, no deja residuos y no tiene plazo de seguridad para cosechar. El uso de insectos que son enemigos naturales de las plagas, en combinación con microorganismos beneficiosos, facilita el control de plagas y enfermedades de suelo, al mismo tiempo que se impulsa la fortaleza del cultivo de forma completamente natural.
Lo más importante es controlar las fechas adecuadas para realizar tanto las sueltas de insectos beneficiosos, como la aplicación vía riego de los microorganismos también beneficiosos. “La anticipación es un factor clave, lo mejor es actuar antes de ver la plaga porque si el control biológico se hace bien, tendremos la satisfacción de obtener grandes resultados a corto, medio y largo plazo”, explica Villegas. “La sanidad del suelo es la gran desconocida y es nuestro gran objetivo para que el productor aprenda cómo conseguir que el cultivo sea más tolerante a las plagas y enfermedades”, concluye.
