La Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) ha organizado una Jornada de Sanidad Vegetal dirigida al personal de las empresas de la obtención y producción de variedades, para analizar los cambios que se producirán con la aplicación del Reglamento 2016/2031 relativo a las medidas de protección contra las plagas vegetales. A la jornada han asistido casi un centenar de especialistas entre representantes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (SG de Sanidad e Higiene Vegetal y SG de Medios de Producción y Oficina Española de Variedades Vegetales (OEVV)) y de 38 empresas asociadas en ANOVE.
La jornada fue inaugurada por Antonio Villarroel, Secretario General de ANOVE. A continuación, Almudena de la Cruz, responsable de Asuntos Regulatorios, explicó a los presentes cómo influye la intensa regulación en sanidad vegetal en la actividad de las empresas obtentoras.
Belén Martínez, Jefa de Área en la Subdirección General de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal en MAPA, abordó los pormenores de la nueva normativa europea de sanidad vegetal, así como el calendario previsto para la entrada en vigor del resto de disposiciones hasta la plena implantación del Reglamento. Declaró que “la nueva normativa tendrá una importante repercusión en la actividad que desarrollan las empresas obtentoras y será imprescindible asignar más recursos en una fase temprana para evitar las numerosas pérdidas económicas que acarrean las plagas”.
Victoria Colombo y Víctor de Felipe, ambos de la Subdirección General de Medios de Producción y OEVV, hablaron sobre los cambios que deben producirse tras la aplicación del reglamento en materia de producción, control y certificación en los diferentes cultivos.
La jornada concluyó con la intervención de Leandro de León, responsable de I+D de Protección Vegetal, que centró su presentación en el Convenio INIA-ANOVE sobre enfermedades transmisibles por semilla, y en la base de datos de patógenos que pueden ser transmisibles a través de las semillas elaborada por ISHI-VEG.
Es imprescindible afrontar de forma eficaz el aumento de riesgos derivados de las nuevas plagas y enfermedades, consecuencia de la globalización del comercio, entre las que se encuentra la Xylella fastidiosa. “Bajar la guardia en el control de las fronteras puede provocar la entrada de plagas muy peligrosas para los cultivos europeos” destacó Antonio Villarroel.
