Ante la creciente escasez de recursos hídricos para el riego de los cultivos y la necesidad de priorizar su utilización, desde Caudal creemos que una deslocalización de la producción como alternativa a la falta de agua es un elemento que puede cambiar dependiendo del ámbito geográfico al que nos refiramos. Si tomamos como referencia Europa Occidental y África Norte y Occidental, la disponibilidad de agua va a condicionar en el futuro el mapa de cultivos. Pero no es el único factor a tener en cuenta en la ecuación.
Hay que poner el foco no solo en la disponibilidad de agua. Hay otros factores igualmente determinantes como, por ejemplo, el coste de esa agua. Puede haber disponibilidad, pero a lo mejor a un coste que a desalinea el valor de la producción situándola por encima del precio que el mercado está dispuesto a pagar. Pero la limitación también la podemos encontrar en la disponibilidad de mano de obra. O, incluso habiéndola, puede haber un contexto sociopolítico que no permita el desarrollo de la agricultura en un área específica.
Agua, clima, factores socioeconómicos, infraestructuras y cadena de transporte son los cinco pilares que sustentarán el desarrollo futuro de la agricultura en un área determinada.
Compromiso
Desde el sector del riego estamos afrontando esta realidad con compromiso y una apuesta decidida por la innovación. Trabajamos mano a mano con los productores agrícolas. Somos compañeros de viaje y totalmente conscientes de la realidad mundial que vivimos. Por eso, nuestro objetivo día a día es ofrecerles soluciones que respondan de manera eficaz a sus necesidades en un aspecto tan relevante para ellos como el uso de un recurso tan limitado como imprescindible como el agua.
Buscamos, además, anticiparnos a lo que está por venir. Por eso, trabajamos de forma paralela en brindar los sistemas de riego que demandan hoy, mientras diseñamos los que vamos a necesitar mañana en este contexto de cambio climático constante.
Hay otro aspecto relevante y es que, como industria, estamos comprometidos en que nuestra actividad sea sostenible. Creo que solo así podremos ayudar de verdad a que la de nuestros clientes también lo sean. Esto supone adquirir compromisos reales en cuanto a la autosuficiencia energética, reutilización de materiales, implantación de sistemas de economía circular o configuración de una logística eficiente.
Innovación
Trabajamos para llevar al mercado sistemas eficientes, adaptándonos a la realidad de cada zona y de cada cultivo. Avanzamos en tres líneas principales: desarrollando soluciones que permitan aprovechar cada gota de agua, personalizando al máximo para utilizar solo lo que se necesite según la variedad cultivada y el clima; aplicando las nuevas tecnologías y ofreciendo productos resistentes, fiables y duraderos.
Eso, en términos generales. Si entramos ya en aspectos concretos hoy trabajamos con soluciones flexibles, incluyendo mayores posibilidades de espesor de las tuberías para adaptarnos a todo tipo de cultivos o tecnologías sostenibles que evitan los problemas que pueden generar las raíces en sistemas de riego por goteo subterráneo, como el caso de la tecnología Rootguard.
Planificación de futuro
En nuestro caso siempre hemos sido conscientes de la importancia de ir un paso por delante. Es una de nuestras señas de identidad. No dejar de trabajar en el hoy, pero centrar nuestros esfuerzos en el futuro. Así hacemos realidad nuestro propósito de construir un futuro mejor para todos. Y, en esta ecuación, la escasez de recursos hídricos es una variable fundamental. Lo hacemos reforzando nuestra área de innovación y desarrollo, invirtiendo en nuevas instalaciones que nos permiten ampliar nuestra capacidad de producción e impulsando pruebas y ensayos en campo para poner a prueba nuestros futuros productos.