Grupo Agroponiente se convierte en una de las primeras empresas que consigue la certificación Spring, que se orienta a la puesta en valor de un uso sostenible del agua y la gestión de los recursos hídricos.
Se trata de un ‘add-on’ que es compatible con GlobalGAP y que pone en manos de los operadores del sector los datos que identifican a las empresas productoras y comercializadoras que ponen el énfasis en que el uso del agua sea sostenible y eficiente, posibilitandoquea minoristas y comerciantes demuestren su compromiso en este ámbito, contemplando gran número de criterios evaluadores, como por ejemplo, la conformidad legal de las fuentes de agua y tasas de extracción, el seguimiento del consumo de agua, el impacto de los productores en la gestión sostenible de cuencas hidrográficas, las mejores prácticas en la gestión del agua, la protección de fuentes de agua y las medidas que constaten que se mejora continuamente la gestión del agua.
Los productores que reciben la certificación Spring quedan reflejados también en la base de datos de Global GAP, a la que tienen acceso los actores autorizados de las cadenas de suministro.
La responsable de esta certificación dentro del Departamento de Calidad de Grupo Agroponiente, Lola Felices, aclara que “es un módulo voluntario de GlobalGAP que pretende verificar ese uso racional del agua de riego. Desde luego, para nosotros es muy importante por que el agua lo es en sí. El agua dulce es un recurso escaso y se estima que el 70% del agua se usa para agricultura. Lograr una buena gestión del agua en las fincas es fundamental. Los agricultores de Grupo Agroponiente, y los del campo almeriense, la verdad es que siempre han demostrado esa eficiencia. Pensamos que es muy importante para nosotros, por cuanto supone un hito de sostenibilidad ambiental y porque aseguramos que nuestros productores trabajan bajo un gran respeto con el medio ambiente. Nosotros tratamos siempre de dar los más altos estándares de calidad para nuestros clientes, pero hacerlo de manera sostenible es algo absolutamente indispensable”.
Felices constata que “este programa es muy estricto en la comprobación de que la gestión del agua de las empresas acreditadas se hace de forma eficiente y sostenible, por ejemplo, mediante el uso de fuentes de agua legales, la mejora de las prácticas en la gestión del agua para reducir su consumo y la reducción del impacto de la agricultura en las fuentes hidrográficas”.