Grufesa, firma de Moguer (Huelva) productora y comercializadora de berries, ya ha empezado a comercializar sus primeras fresas producidas en sus viveros de Cabezas de Alambre (Ávila), donde desde el pasado año ha consolidado un área productiva con el objetivo de abastacer durante todo el año a los mercados para dar respuesta así a sus necesidades y exigencias.
“Desde hace prácticamente tres semanas ya estamos vendiendo fresas producidas en Ávila por segundo año consecutivo, consolidando así el proyecto piloto que comenzó Grufesa el pasado año tras los buenos resultados obtenidos”, asegura Carlos Cumbreras, gerente de la compañía, que posee, además, en los viveros de Cabezas de Alambre más de medio centenar de hectáreas dedicadas al cultivo de los plantones de fresa para su posterior siembra en los campos de sus socios en Moguer.
Las variedades producidas en Ávila para su comercialización, principalmente en el territorio nacional, son San Andreas y Portolas, cuya producción está superando las expectativas en relación a la cosecha del pasado año. “Podemos decir que en este segundo año de experiencia vamos mejor a nivel productivo, ya que es una fresa buena, de buen tamaño, rica y con más producción que el año pasado” subraya Carlos Cumbreras, quien confía en que la producción pueda extenderse lo máximo posible si se dan las condiciones óptimas y se solape así con el inicio de campaña de la fase productiva en Moguer.
En este sentido, el responsable de los viveros de Grufesa en Ávila, Roberto Gómez, destaca que “si hay un tardío bueno y las condiciones meteorológicas acompañan, podríamos tener fruta hasta noviembre, aunque depende de varios factores”, y subraya que la fresa producida allí “es muy similar en características” y propiedades organolépticas a la producidas en Moguer.
Esta producción de fresas, supervisada por los técnicos de Grufesa, forma parte del compromiso responsable de la compañía moguereña con una producción de calidad, segura y sostenible, que se enmarca dentro de la filosofía empresarial que representa su lema de campaña ‘People make Grufesa’, en la que su capital humano adquiere crucial importancia como un valor competitivo añadido en su cadena productiva, desde el origen en sus viveros de Ávila hasta la adquisición de su fruta en los lineales.
Una forma de producir que la ha hecho acreedora al reconocimiento como la primera empresa del mundo que logra certificar toda su producción con el módulo Add-on Food Chain Partnership de Bayer CropScience, una certificación adicional a la de la norma GLOBALG.A.P. que supone una apuesta contundente por la seguridad y salud alimentarias.