Para atender esta demanda al alza, introducen dos novedades para la próxima campaña: un pera de calibre G, que mantiene el tamaño y forma alargada durante todo el ciclo, de gran consistencia y buena postcosecha; y un beef con ramas de 3-4 frutos, de calibre uniforme, altísima calidad de piel y consistencia. Ambos “con frutos homogéneos, de gran consistencia y ausencia de microcracking, en definitiva, una gran calidad”.
Estas dos variedades vienen a sumarse a Albarado, el asurcado con el que Semillas Fitó irrumpió en el segmento y que este año ha cosechado “un gran éxito”. A la producción y plasticidad de las referencias actuales, “hemos añadido un manejo y arreglo de la planta más fácil, ramos de 3-4 frutos homogéneos y más atractivos, que marcan muy bien el cuello”. Todo ello redunda en una optimización de los costes, bien sea reduciendo la mano de obra o elevando el rendimiento comercial del cultivo, puesto que “prácticamente todos los frutos son de la máxima calidad”.
Albarado ha sido un “rotundo éxito” esta campaña gracias a la homogeneidad y presentación de sus frutos
De cara al futuro, continúan trabajando en dos líneas claras: por un lado, la mejora varietal para hacer frente a nuevas problemáticas de virus, patógenos, enfermedades…; y por otro, la innovación, con la introducción de materiales más originales, de sabores, formas y colores diferentes. Y todo ello, sin perder de vista la importancia de la sostenibilidad: “En tomate, buscamos frutos con más tejidos y menos agua, de hojas más pequeñas y adaptados a climas secos, que requieran un menor uso de agua”, concluye Sánchez.