Fertilizante orgánico de calidad a partir de subproductos del cerdo
El proyecto RE-LIVE WASTE, financiado por el programa Interreg Med de la Unión Europea y en el que LA UNIÓ participa, ha logrado poner en marcha una planta piloto de tratamiento de purines, con una tecnología innovadora.
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El proyecto permite reducir los niveles de nitrógeno y recuperar fósforo en la forma de un precipitado que al cristalizar conduce a la obtención de un fertilizante orgánico enriquecido y rico en estruvita.
El sistema intensivo de producción ganadera porcina, concentrada en determinadas áreas, genera unos subproductos -purines- que al utilizarse como abono pueden provocar problemas en el suelo y agua por su mal uso. Por ello, es necesario establecer estrategias de actuación que permitan planificar una gestión de éstos y reducir así su impacto ambiental, y facilitar que efectivamente puedan ser utilizados como fertilizantes.
En este sentido, la estruvita es una magnífica fuente de fosforo, indispensable para la fertilización, pero su precio no para de crecer dado que se obtiene de rocas fosfóricas cuyos yacimientos están sobreexplotados. LA UNIÓ y el resto de participantes del proyecto se convierten así en pioneros en el desarrollo de esta tecnología tan prometedora que, por un lado, da solución al tratamiento de purines y, por otro, al agotamiento paulatino de los recursos minerales fosfóricos.
La planta piloto se encuentra en las instalaciones del Centro de Investigación y Tecnología Animal-CITA de Segorbe (Alto Palancia). Los resultados son muy prometedores y confirman que la producción de fertilizante orgánico como precipitado de estruvita puede ser una alternativa técnicamente viable. El proceso es eficaz dado que reduce hasta un 40% el nivel de NH4, y además el contenido elevado de carbono orgánico y de materia orgánica totales permite considerar el precipitado obtenido como orgánico.
Desde el punto de vista económico, el estudio de viabilidad y de negocio desarrollado por LA UNIÓ demuestra que una planta de capacidad de tratamiento de 50 m3 de purín costaría alrededor de 100.000 €, que el rendimiento obtenido es de 17 kg fertilizante/m3 purín, que el precio del fertilizante enriquecido con estruvita podría alcanzar los 350 €/Tn y que con 300 días de funcionamiento la inversión se recupera en no más de siete años. A mayor tamaño de la planta se producirían mayores economías de escala y más beneficio. De hecho, el paso de 20m3 de la planta piloto de Segorbe a 50m3 de purín tratable supone un 25% de ahorro en costes operativos.
LA UNIÓ señala que se trata de un proyecto prometedor e interesante que abre las puertas a la comercialización de esta estruvita orgánica para agricultura ecológica y también para producción energética. El proceso podría ser mejorado mediante la combinación de digestión anaeróbica para la producción de biogás en un reactor anexo con lo que se podrían sumar los ingresos procedentes de la comercialización del biogás.
La organización ha puesto en marcha, en vista de los resultados logrados, una campaña de presentación al sector ganadero mediante puntos de información en las comarcas valencianas donde existe más problemas con los purines, y, sin excepción, todos los ganaderos han mostrado un gran interés dado el gran problema medioambiental que generan los purines de cerdo y el coste de eliminación que suponen, máxime cuando esta tecnología genera la posibilidad de obtener ingresos adicionales con una relativamente pequeña inversión inicial.
Los resultados obtenidos hasta la fecha continuarán, especialmente en lo que se refiere a la aplicación del fertilizante obtenido para agricultura ecológica, algo que permitiría cerrar un círculo virtuoso económico y medioambiental a la vez, de desecho contaminante procedente de la ganadería a insumo de gran calidad para la fertilización ecológica, evitando además la extracción de rocas fosfóricas. “En definitiva, un magnífico ejemplo de economía circular barata, responsable y de gran proyección en el mercado”, según LA UNIÓ.