Los productores de fruta de hueso catalanes, Afrucat, volvieron a lamentar la semana pasada durante la presentación de sus previsiones de campaña la problemática a la que se enfrentan por la falta de mano de obra. Su director general, Manel Simón, criticó la “respuesta nula de la Administración española respecto a las peticiones del sector para regularizar a los trabajadores sin papeles” y expuso, además, las trabas que están encontrando para traer de vuelta a Cataluña a empleados procedentes de Rumanía.
“En estos momentos -el miércoles pasado-, tenemos gran parte de la plantilla fija-discontinua de nuestras empresas bloqueada en Rumanía, mano de obra especializada y con contrato que no puede venir”, lamentó Simón, quien añadió que, “estamos hablando de personal con antigüedad y experiencia, encargados o responsables de mantenimiento que visitaban a la familia o estaban de vacaciones y la pandemia no les ha dejado volver”. Aun así, “estamos avanzando con las gestiones y la próxima semana se esperan los primeros autocares con trabajadores rumanos”.
Similar es la situación en Castilla-La Mancha. Con la campaña de ajo a punto de comenzar –si no llueve, lo hará esta semana-, desde la Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajo (Anpca), su director, Luis Fernando Rubio, afirma que “todavía no está del todo claro” que puedan contar con los trabajadores necesarios. Y lo mismo ocurre con la campaña de melón y sandía manchegos. En estos momentos, están en plena fase de trasplantes y no tienen problema alguno; sin embargo, las empresas consultadas por la revista MERCADOS apuntan a una posible falta de personal cuando llegue la hora de la recolección.
Pese a todo, desde el Gobierno insisten en que la demanda de mano de obra para el campo está cubierta en nuestro país y, precisamente por ello, no se plantea la regularización de migrantes en situación irregular. Así lo afirmó el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en el Senado, donde explicó que el Acuerdo de Asilo de 2008 de la Unión Europea (UE) “no permite regularizaciones generalizadas” y se refirió a la “excepcionalidad” de las llevadas a cabo en Portugal e Italia.
“En el caso de Portugal, los migrantes irregulares no tienen acceso a la sanidad, de modo que lo que ha hecho Portugal es, de una forma muy tasada y en un determinado ámbito temporal, posibilitar que los migrantes puedan tenerla”, ha explicado. Asimismo, y en lo que respecta a Italia, “es una regularización por razones socioeconómicas, ya que debido al confinamiento y la situación producida en el campo y en determinadas cosechas, por un tiempo limitado, se ha permitido la entrada de temporeros para trabajar en el campo”.
Ambos casos, dice Escrivá, “entran dentro de las condiciones especiales recogidas en el pacto europeo” y ninguna de ellas son extrapolables a nuestro país, ya que “con los trabajadores que hay disponibles, los que vienen de la UE y la incorporación de jóvenes de terceros países en situación regular que tengan entre 18 y 21 años, estamos dando respuesta a esta situación”.
Asimismo, y según han informado desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a la revista MERCADOS, “tratamos de aplicar medidas que no dejen a las personas migrantes en situación de irregularidad pasado un tiempo” y, precisamente por ello, “estamos trabajando en un cambio en el Reglamento, porque la realidad migratoria no se ajusta a la norma actual”.
Según el Ministerio de Agricultura, las necesidades totales de mano de obra desde finales de marzo a finales de septiembre son de unos 75.000-80.000 trabajadores. A las medidas puestas en marcha a principios del pasado mes de abril, se une esta semana la aprobación de la renovación automática por seis meses de los permisos de trabajo de inmigrantes en nuestro país en el momento de decretarse el Estado de Alarma.