Eroski se convierte en la única cadena de distribución en España que comercializa naranjas y mandarinas con la revolucionaria protección vegetal de la empresa nortemericana Apeel, elaborada a partir de sustancias vegetales y que conserva la fruta en óptimas condiciones de consumo hasta el doble de tiempo.
Actualmente, la cooperativa vasca comercializa en su red una referencia de un kilo de mandarinas y una malla de cinco kilos de naranjas de zumo con este recubrimiento.
Se trata, en concreto, de una cáscara adicional de origen vegetal que impide que penetre el oxígeno desde el exterior mientras mantiene por más tiempo su humedad natural en el interior, lo que incrementa la vida útil de frutas y verduras manteniéndolas frescas y sabrosas durante el doble de tiempo. La barrera vegetal que crea no pasa al interior de la fruta, es transparente y sin sabor, ni olor. Su función es proteger las frutas para que maduren de forma natural manteniendo sus cualidades durante más tiempo.
La colaboración entre Eroski y Apeel, así como el socio proveedor AM Fresh Group, supone un «paso fundamental en la lucha contra el desperdicio de alimentos» a través de la innovación y de las prácticas sostenibles, señala la cadena.
«Estamos muy comprometidos con el consumo responsable y con la lucha por el desperdicio alimentario, por lo que asociarnos con Apeel nos permite ofrecer a nuestros clientes cítricos más duraderos que les ayudará a reducir el desperdicio en casa, mejorar su experiencia y apoyar una dieta saludable», explica el director de Salud y Sostenibilidad de la cadena, Alejandro Martínez Berriochoa.
INICIATIVAS CONTRA EL DESPERDICIO DE ALIMENTOS
Eroski, a través de su programa ‘Desperdicio Cero’, dona alimentos a personas en situación vulnerable en colaboración con más de 100 entidades sociales. Esta iniciativa garantiza que ningún alimento apto para el consumo es desechado en sus tiendas, sino que es entregado a organizaciones sociales del entorno cercano de cada tienda o plataforma logística. Para llevarlo a cabo, la cadena colabora con la Federación Española de Bancos de Alimentos -desde 1996-, así como con otras entidades sociales que ayudan a colectivos desfavorecidos y personas en riesgo de exclusión.
Por otro lado, la enseña ha apostado por la comercialización de frutas y hortalizas llamadas ‘feas’, por su aspecto o por su tamaño. Otras de las acciones llevadas a cabo son los descuentos en productos próximos a su fecha de caducidad o consumo preferente y la donación de alimentos no aptos para el consumo humano, pero sí animal a refugios y zoológicos.
Además de la reducción del desperdicio alimentario vinculada a un fin solidario de donación, Eroski persigue también potenciar un modelo de economía circular. Así, da una segunda vida a alimentos que destina a la producción de harinas y aceites animales y de piensos para alimentación animal.