Cuando faltan aún dos meses para que levante el telón una nueva edición de la Melon House Fair de Enza Zaden (del 28 de junio al 9 de julio), en la casa de semillas ya trabajan en su puesta a punto. “Si nosotros ganamos, nuestros clientes ganan”, afirma Genci Armero, Sales Manager Melon & Watermelon para España, Portugal y Marruecos de Enza Zaden, quien deja bien clara la filosofía que subyace bajo toda su estrategia de negocio: win-win.
En el caso concreto del melón, la casa de semillas no se limita a desarrollar, producir y comercializar variedades, sino que “ofrecemos programas completos a nuestros clientes” o, lo que es lo mismo, soluciones para que puedan comercializar su producto los 365 días del año, garantizando de este modo un suministro continuo a los mercados.
Sabor y resistencias son, por este orden, las dos condiciones sine qua non para que Enza Zaden decida lanzar de forma comercial cualquiera de sus nuevos desarrollos: “Si no hay sabor, no avanzamos ninguna variedad”, insiste Armero, quien añade que, gracias a la introducción de resistencias a plagas y enfermedades, responden a problemas agronómicos (suelos cansados, por ejemplo), limitaciones legislativas (mayores restricciones en el uso de materias activas) y a las propias demandas del retail y los consumidores (productos más seguros y, por qué no, ecológicos).
Sin perder de vista todas estas cuestiones, han logrado desarrollar un vasto catálogo de variedades en todas las tipologías (Piel de Sapo, Galia, Amarillo, Cantaloup y Charentais), para todas las zonas de producción, desde Almería a Brasil, pasando por Murcia, La Mancha, Andalucía, Centroamérica o Senegal; y manteniendo siempre el mismo formato y cualidades organolépticas, de modo que las expectativas de los consumidores queden siempre satisfechas, independientemente del momento de compra. “Buscamos siempre materiales flexibles, que probamos en las diferentes zonas para ver cómo se adaptan”, explica Armero.
En Piel de Sapo, y siempre con el foco puesto en el sabor, Enza Zaden completa toda la campaña española, desde Murcia a La Mancha, con variedades con resistencias a oídio y pulgón, buen formato, calibre y producción: Camacho (ES25.00801), Campuzano, Osorio (sin resistencias, pero con un sabor y producción que han logrado fidelizar a muchos clientes), Almadén y Alcarez son sus materiales de referencia, y con los que esperan seguir creciendo en este segmento.
En este sentido, Armero comenta que, actualmente, “Almadén es nuestro buque insignia y la variedad que más está creciendo en La Mancha, gracias, sobre todo, a que no se raja”, cualidad fundamental en los trasplantes tardíos, cuando se producen grandes oscilaciones térmicas entre el día y la noche.
Galia
Sabor y postcosecha son fundamentales para alcanzar el éxito en esta tipología enfocada a exportación; de ahí que, frente al Galia tradicional (con sabor y sin apenas conservación) y al larga vida, en Enza Zaden hayan potenciado en los últimos años su programa de semi-larga vida, o lo que es lo mismo, con un buen nivel de Brix y la postcosecha necesaria. Gracias a ello, “hemos recuperado cuota de mercado en este segmento”, donde logran cerrar el ciclo de producción todo el año.
Estelar y Ancetral, en Almería; y Tribal y Abisal, en Murcia y La Mancha, son sus referencias. Todas ellas con resistencia a pulgón, productivas, de cuajes concentrados y, además, marcan perfectamente el punto de corte virando a color amarillo dorado.
En contraestación, y como muestra de la adaptabilidad de las variedades de Enza Zaden a las condiciones de cultivo locales, cuentan con variedades como Sagrado para Brasil, con resistencia a minador, el mayor hándicap que, actualmente, tienen los productores de este país.
Amarillo
La casa de semillas ha logrado desarrollar un completo programa de variedades en apenas cinco años con variedades como Mielón (novedad esta campaña en ciclo medio-tardío de Almería), Piel de Sol y Ambarino (Murcia y La Mancha).
En esta tipología, y junto al sabor y resistencias (todos tienen a oídio y pulgón), en Enza Zaden han focalizado buena parte de sus esfuerzos en mejorar la postcosecha. “Al ser frutos de piel amarilla, cualquier golpe o roce provoca una mancha”, explica Genci Armero, quien añade que, en el caso de los materiales citados, “tienen muy buena conservación”, evitando que se produzcan esas citadas manchas marrones en la piel del fruto durante el almacenaje, transporte y puesta en el supermercado, hasta el momento que es comprado por el consumidor.
Cantaloup y Charentais
“Tenemos materiales para todos los países y con resistencia a pulgón”, logrando completar, una vez más, el ciclo completo y garantizando el suministro 365 días. Enzor, Kiyomi (novedad para el segmento medio de Murcia y La Mancha) o Sucredor son algunas de sus variedades de melón Cantaloup para el mercado nacional, que tienen en Miramonte (Marruecos) o Konquista (Centroamérica), un complemento perfecto.
Y lo mismo ocurre con el mercado de Charentais, donde Enza Zaden cuenta con un programa completo para Marruecos, España y Francia.
Creciendo en sandía
Tras la introducción de su primera mini negra (Tyrion) hace ya tres campañas en Almería, la casa de semillas continúa investigando para completar su catálogo con variedades de mayor calibre.
En definitiva, “queremos ser la referencia en melón”, afirma Armero, quien anima a los profesionales de todos los eslabones de la cadena de valor a sumarse a su próxima Melon House Fair, que volverá a celebrarse en formato híbrido (presencia y digital) y que estará cargada de sorpresas; pero, para conocerlas, aún nos toca esperar.