Los semilleros y viveros de cultivos hortícolas, ornamentales y frutales han sido pioneros en la generación de valor añadido mediante la implantación del control biológico de plagas. Desde hace diez años, lideran la búsqueda constante de nuevas soluciones sostenibles y sin residuos en el contexto de un proceso de innovación que les ha llevado a conseguir una mejora sustancial en la calidad de la planta. La mejora en calidad ha generado nuevas oportunidades de negocio, así como el acceso a nuevos mercados.
La implantación del control biológico en semilleros y viveros, mediante el uso de insectos beneficiosos, también ha mejorado la rentabilidad de las empresas que forman parte del sector. “El uso de enemigos naturales ha reducido o, incluso, eliminado los tratamientos químicos y, en consecuencia, han descendido los costes de producción”, aseguró este miércoles Cristina Prados, técnico de Koppert, durante su intervención en el foro Semilla Innova, celebrado en Almería.
Excelentes resultados
“El control biológico es una realidad plenamente consolidada en semilleros y viveros, los protocolos técnicos se han establecido perfectamente y los buenos resultados obtenidos no dejan lugar a dudas de que el control biológico es el camino a seguir”, afirmó Cristina Prados durante una ponencia en la que mostró todas las soluciones biológicas que Koppert ofrece al sector, tanto para el control de plagas en la parte aérea de la planta con enemigos naturales como para el tratamiento y mejora de suelos y sustratos con productos microbiológicos. Actualmente, plagas como mosca blanca, trips, araña roja, araña blanca, cochinilla, lepidópteros o mosca esciárida se controlan perfectamente con enemigos naturales y microorganismos (principalmente, nematodos entomopatógenos y hongos beneficiosos).
Por su parte, el director técnico de Koppert en Almería, Julián Giner, recordó la importancia de llevar a cabo un conjunto de buenas prácticas para garantizar el éxito del control biológico. En este sentido, Koppert siempre recomienda a los semilleros y viveros que realicen muestreos semanales para detección precoz de plagas y que los enemigos naturales se refuercen con la colocación de placas cromáticas y feromonas de confusión sexual antes de iniciar la fase de producción de las plantas.