«El precio del ajo podría subir en los próximos meses»
Antonio Salces, Montealbo: «El ajo chino no puede competir con el de Córdoba en sabor». La compañía gestiona 300 hectáreas de cultivo y factura nueve millones de euros al año.
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-¿Desde cuándo está en funcionamiento la empresa?
-La compañía nació en 1985. Dos de los tres impulsores fueron mi padre y mi tío. Actualmente estamos al frente de la empresa un hijo de cada uno de los tres socios fundadores. Durante todos estos años ha habido épocas más fuertes y otras más flojas, como ocurre en el conjunto de los negocios. Lo que sí es verdad es que hemos ido creciendo.
-¿Cuáles sus niveles de producción anual?
-Contamos con una explotación que suma unas 300 hectáreas. También adquirimos mercancía a otros agricultores, que luego nosotros comercializamos. A través de ambas vías somos capaces de producir y vender entre siete y ocho millones de kilos. Depende mucho de la campaña concreta y de cómo esté el mercado en ese momento, ya que en ocasiones hemos llegado a los nueve millones.
-Ha sido una campaña en la que los precios no han sido muy elevados, pero sí han mantenido un nivel suficiente para que el agricultor pueda tener algo de beneficio y para que pueda seguir trabajando en relación a los costes de producción que tenemos a día de hoy. Esta situación contrasta con la temporada anterior, que fue una catástrofe en este sentido.
-¿Cómo cree que se comportarán las cotizaciones del ajo en los próximos meses?
-Es difícil prever qué es lo que puede ocurrir porque hay personas con mucha información del mercado y al final se equivocan. Mi opinión es que los precios se van a mantener e, incluso, van a ir algo al alza.
-China domina el 80 por ciento del mercado mundial. ¿Cómo afronta una empresa como la suya esta situación desde el punto de vista comercial?
-Nosotros no podemos competir con ellos en precio. Por ello, nos defendemos a través de la calidad con los exigentes controles sanitarios que tenemos que superar y por nuestros propios certificados. También hay que tener en cuenta que en la cocina para elaborar un plato es necesario un diente de ajo español, mientras que en el caso del chino se precisan dos o tres debido a su menor sabor. Hay clientes de países desarrollados que rechazan todo lo que viene de China, como ocurre en Canadá. Nuestras producciones se pueden comercializar en mercados donde hay en vigor un impuesto que grava las importaciones chinas, como es el caso de Estados Unidos o Brasil.
Fuente: ABC