En un escrito dirigido al Comisario de Agricultura, EUCOFEL explica que el cierre del mercado los productos frescos comunitarios -como frutas, hortalizas, carnes o productos pesqueros- empezó en 2014, como represalia por las sanciones europeas por el papel de Rusia en el conflicto con Ucrania, considerando que su reapertura sería ahora una medida que contribuiría a paliar el impacto del COVID en el sector. El junio de 2019 el presidente ruso extendió el veto hasta el 31 de diciembre de 2020.
Rusia era, antes del veto, el primer mercado no europeo para el sector. La exportación española directa de frutas y hortalizas españolas a este país en 2013 totalizó 230.729 toneladas, abarcando una amplia gama de productos, pero el volumen real se consideraba muy superior dado el fuerte peso de las reexportaciones desde otros Estados miembros, como Francia, Países Bajos y Polonia. Para FEPEX, la diversidad en las exportaciones y la proximidad frente a otros destinos no comunitarios son dos de las ventajas con las que contaba el mercado ruso, que no han sido cubiertas por otros mercados.
Por otro lado, en el escrito dirigido al Comisario de Agricultura, se trasladan las medidas planteadas por FEPEX, que es miembro de EUCOFEL, para evitar que la crisis sanitaria impacte negativamente en el conjunto del tejido productivo y en el empleo en el sector hortofrutícola. Estas medidas se agrupan en tres ámbitos: los programas operativos, introduciendo la máxima flexibilidad en su contenido para dar cabida a los gastos derivados de la pandemia; un paquete de medidas excepcionales de ámbito comunitario para hacer frente a las perturbaciones del mercado ocasionadas por la volatilidad de los precios y de la demanda, y en tercer lugar favorecer la movilidad de los trabajadores.