Un ejercicio complicado
El 54% de la producción de kaki de España está representada por esta Asociación, que ha visto cómo el crecimiento del cultivo se ha estancado, e incluso se están abandonando fincas desde hace años. La falta de rentabilidad y el aumento de costes figuran entre las principales causas. Circunstancias que definen especialmente la campaña actual, que además viene marcada por un drástico descenso de la producción del 50% provocado por cuestiones climatológicas, lo que, “por mucho que suban los precios, no compensará en los resultados”, según Pascual Prats, presidente de la Asociación Española del Kaki, quien muestra su preocupación por que esta situación pueda afectar al consumo.
El objetivo para esta campaña es “abastecer a los clientes más fieles, en primer lugar, y poder dar una buena salida a las segundas categorías”. A pesar de este complicado contexto, el presidente cree que el mercado se autorregulará y que, sin duda, hay futuro para el kaki.
«Abasteceremos a nuestros clientes más fieles, en primer lugar, y buscaremos una salida a las segundas categorías»
Protocolos de exportación
Si existe una meta que ha unido al sector valenciano es abrir nuevos mercados de exportación como Perú, cuyo protocolo está casi aprobado, aunque quizás este año no podrá enviarse kaki por la escasez de producción. Por otro lado está China, un mercado potencial importante pese a la dificultad logística y sus elevadas exigencias de calidad, cuyo protocolo esperan aprobar pronto.