Nadie mejor que un agricultor para conocer el comportamiento de una variedad durante su cultivo. Esto representa un buen punto de partida en este fenómeno de desarrollo varietal propio que han puesto en marcha las empresas productoras de Huelva. Son muchos los motivos que les han empujado a llevarlo a cabo: un difícil acceso a los materiales, una mayor diferenciación en los mercados, aportar un plus a sus clientes, ser más competitivos en determinados aspectos técnicos y comerciales, como son alargar la campaña, mayor sabor, resistencias, rendimiento…
Ellos conocen bien las carencias y necesidades del sector, tanto productivas como comerciales, la oferta varietal existente y, por ello, son capaces de orientar su programa genético en la dirección adecuada. De esta manera, son muchas las variedades que conforman el abanico varietal propio de los productores en la actualidad, como veremos a continuación.
En cualquier caso, este auge de variedades propias es una tendencia que irá en aumento en los próximos años, como bien apuntan las empresas. Antonio Arjona, director técnico de Grupo Medina: “La propia genética de la planta es octoploide, dispone de ocho pares completos de genomas frente a los dos pares de la mayoría de seres vivos, vegetales o animales, por lo que la variabilidad que ofrece cada cruzamiento de fresa es sorprendente”, habiendo un sinfín de posibilidades de mejora varietal.
Pero “no se trata de ‘marear al agricultor con un sinfín de variedades’”, como afirma Marco Vaz, director técnico de Onubafruit, “sino al contrario, se trata de estrechar el círculo para ofrecerle una selección de las mejores”.
A nivel global, el balance hasta el momento está siendo “muy positivo, tanto a nivel de agricultor como de cliente”, como comenta Carlos Masiá, director de Marketing de Masiá Ciscar, “al haber sabido alcanzar un equilibrio de necesidades para toda la cadena, siempre apostando por el sabor y la innovación”.
Además, estos programas representan una alternativa a los clubs cerrados de variedades de tan difícil acceso, como señala Juan Báñez, gerente de Cuna de Platero: “El hecho de contar con variedades propias facilita a nuestros agricultores el poder acceder sin problemas al material genético y no depender de otras empresas”.
Son, sin duda, “soluciones a medida a problemas de cultivo no resueltos en las variedades existentes, además de seleccionar material que se adapta de forma óptima a nuestro clima”, tal y como manifiestan desde el equipo de I+D de Plusberries.
Por ejemplo, en el caso de Berryworld, su director general para Iberia, Iván Leache, explica que su programa de mejora propio, BerryWorld Plus, aborda aspectos organolépticos como el sabor, calibre, productividad, buen manejo y adaptabilidad a diversas zonas de producción.
Sin duda, toda una oferta que no pasa desapercibida en los mercados de destino, aportando un valor añadido al sector en general.
Carlos Masiá, director de Marketing de Masiá Ciscar, afirma que sin su paquete de variedades gourmet, que han desarrollado en los últimos años, no podrían haber alcanzado determinados mercados.
Desde hace dos campañas, Masiá Ciscar tomó la iniciativa de producir y comercializar el 100% de sus variedades propias. Esto ha sido recibido con una gran aceptación en el mercado porque “podemos decidir con mayor probabilidad de acierto qué variedad se adecúa mejor a las necesidades del cliente”, señala.
La compañía dispone de una amplia gama de materiales, desde variedades más estándar a otras premium que aportan un plus de excelencia. Su amplio desarrollo en investigación, realizado durante años en los campos de ensayo de Huelva, ha dado sus frutos con unas variedades de fresas, frambuesas y moras de excelentes resultados. “Apostamos por la excelencia y, por eso, solo confiamos en variedades resistentes y con cualidades de sabor únicas”.
Fresas
Palmeritas. Esta variedad se caracteriza por tener una excelente vida útil, manteniendo su frescura durante más tiempo.
Leticia. Es una variedad premium, cuya calidad se ve reflejada en su exquisito sabor, color rojo anaranjado, tamaño medio-grande y gran shelflife, cualidades que la han convertido en un fruto “muy bien recibido en el mercado”.
Leyre. Llama la atención por su brillo y color rojo intenso, además de contar con sabor extra dulce.
Shyra. Despunta por presentar un equilibrio entre dulzura y acidez, y por tener una textura de gran firmeza.
Chelsea. Tiene un color rojo claro y un “fantástico sabor peculiarmente afrutado”.
Berryworld. “Nuestras variedades propias y exclusivas han sido un punto de diferenciación clave”
Cuanto más desarrollado está un mercado, más información tiene el consumidor y más fácil es conseguir esa diferenciación real, pero, sin duda, “nuestras variedades propias y exclusivas han sido un punto de diferenciación clave respecto a la competencia”, afirma Iván Leache, director general de Berryworld para Iberia.
De su programa de variedades propias, BerryWorld Plus, señala que son variedades de calidad superior, entre las que destaca su sabor, calibre, productividad, fácil manejo y elevada adaptabilidad a diversas zonas de producción.
Frambuesa. Destacan sus variedades BerryWorld Jewel (Sapphire) y BerryWorld Gem (Diamond Jubilee), así como la nueva variedad BerryWorld Iris, que esperan lanzar al mercado muy pronto. “Todas nuestras variedades de frambuesa destacan en el mercado por su sabor y atributos superiores, habiendo sido premiadas recientemente con el Premio al Sabor Superior del International Taste Institute, con sede en Bruselas”, apostilla Leache.
Su programa propio destaca por tener variedades con sabor, calibre, productividad, fácil manejo y elevada adaptabilidad
Mora. La firma cuenta con BerryWorld Midnight, que cuenta con excelentes cualidades organolépticas y que también recibió el mismo galardón hace unos años.
Arándano. En este cultivo, tienen acceso exclusivo en Europa y África al premiado programa varietal Mountain Blue (MBO), que dispone de diversas variedades renombradas como Eureka, Twilight y del que también lanzaron hace muy poco la nueva Eureka Sunrise, una variedad premium con las mejores cualidades de la renombrada Eureka, pero con mayor precocidad.
Fresa. Tienen la exclusividad para el programa líder Edward Vinson, cuyas variedades también ostentan diversos premios a nivel internacional. Asimismo, disponen de otros acuerdos con renombrados programas varietales europeos.
Onubafruit. Un amplio programa hecho a medida
El programa de I+D+i de Onubafruit se potenció en 2017 con una importante inversión en un campo de experimentación en Lepe (Huelva) para el desarrollo genético de diferentes cultivos, donde destacan la frambuesa y el arándano. En fresa, por el momento, solo poseen selecciones avanzadas sin nombre comercial que estarán en el mercado en dos o tres años.
Frambuesa consolidada. Hace años que cuentan con variedades propias de este berry, Shani, Wengi y Bella, que destacan por ofrecer un plus en la calidad de la fruta, en cuanto a color, tamaño y sabor se refiere, además de una mayor vida postcosecha. “Presentan una menor tasa de destrío, reducen el coste de producción en un 20% y, además, su calidad nos permite vender la fruta en los mercados con una categoría superior, lo que supone una mayor rentabilidad para el agricultor”, detalla Marco Vaz, director técnico de Onubafruit. La frambuesa representa una línea importante de desarrollo, teniendo en cuenta que el 95% de su superficie en Onubafruit es, hoy por hoy, de variedades propias.
La nueva gama de variedades de arándano genera un importante ahorro de costes en la recolección
La gama de arándanos Mundo Azul. El programa de desarrollo en este cultivo comenzó en 2013. Actualmente, siete variedades conforman su oferta de arándanos, siendo este su primer año comercial. Su principal característica es el importante ahorro que generan al agricultor gracias a su gran calibre, que le otorga más kilos y, por tanto, mayor rendimiento por hectárea. “Además, ahorra en gran medida los costes de recolección”, señala Marco Vaz. Estos materiales tienen un potencial importante para los próximos años al ser tan competitivos. Con ellos, en Onubafruit consiguen iniciar la recolección a mediados de noviembre hasta mitad de febrero, alargando la temporada en el ciclo temprano con una fruta muy uniforme.
Hace poco conocíamos la noticia de que Alcampo iba a comercializar la fresa en Producción Integrada denominada Candela, de Plusberries. Pero no es la única variedad de berries de desarrollo propio con la que cuenta la firma onubense.
Fresas
Candela. Variedad de fresa temprana de tamaño y forma homogénea toda la campaña, con intenso color rojo pasión, sabor dulce y fundente, que requiere de mínimo tratamiento, siendo muy resistente a plagas y enfermedades, y que posee excelente calidad en postcosecha. Tienen nuevos desarrollos que se incorporarán a Candela próximamente.
Moras
Equa. De producción temprana, sabor equilibrado ácido-dulce y de gran firmeza.
Nemus. Producción de temporada media y media-tardía, baja acidez, buen sabor, fresca, productiva y de baja regresión.
Furia. Planta adaptada a la producción Long-cane programable, firme, de baja regresión y excelente sabor y textura.
Además de estas variedades, anuncian novedades en la línea Long-cane con producción programable y primocanes-evergreen para producciones de otoño e invierno.
Frambuesas
Remotion. Nueva variedad vigorosa poco susceptible a enfermedades fúngicas. El gran tamaño y el buen color claro hacen que las frambuesas sean muy atractivas, de forma redonda-cónica y fácil de recolectar. La fruta tiene un muy buen sabor, con buenos niveles de azúcar y un excelente comportamiento postcosecha.
Remosense. Una excelente característica de esta variedad es su precocidad. Su fruto es cónico, de color brillante, y tiene muy buen sabor. La fruta es firme con una gran vida postcosecha.
Cuna de Platero. El arándano Cupla permite adelantar la campaña
Esta nueva variedad de carácter exclusivo representa la gran apuesta de Cuna de Platero en arándano como estrategia para ampliar el calendario de producción y ofrecer una fruta de gran calidad. Juan Báñez, su gerente, nos explica sus principales características.
Buen rendimiento. Se trata de una fruta precoz, que presenta un calibre L durante toda la campaña, de buen sabor y larga vida postcosecha. “Esta variedad nos permite poner arándanos en los mercados de una forma más precoz a la habitual”, señala su gerente, subrayando una de sus principales características, y añade que, hasta el momento, los agricultores que la cultivan se muestran muy satisfechos con los resultados.
Perspectivas. “Tener nuevas variedades nos posiciona como una empresa innovadora y que tiene la capacidad de adaptarse a las demandas de los mercados”, afirma Báñez. En esta línea, Cuna de Platero continuará apostando por la I+D+i y haciendo colaboraciones con otras entidades para ampliar el abanico varietal en todos los frutos rojos. Así, continuarán invirtiendo en la búsqueda de berries que aúnen alto nivel de sabor con larga vida postcosecha, para que lleguen bien a los lineales, gusten a la población y se repita la compra. “Es lo que nos hace crecer en los mercados, fruta de calidad y buen sabor”, concluye.
Continuaremos apostando por la I+D+i y haciendo colaboraciones para ampliar el abanico varietal en frutos rojos
La variabilidad que ofrece cada cruzamiento de la planta de berries es sorprendente, lo que, sumado a las exigencias de producción de zonas clásicas o nuevas, hace que la oferta actual tenga un amplio margen de mejora.
Así lo creen en Grupo Medina, donde ven también una oportunidad en el desarrollo de variedades propias por el simple hecho de diferenciarse en mercados maduros. “Para cualquier empresa, poder disponer de un producto único, bien definido y reconocido por el consumidor es una gran ventaja”.
Alcanza el equilibrio. Para lograr ese producto deseado, centran su I+D+i en la rusticidad y precocidad, entre sus principales puntos. Pero, mientras que las variedades clásicas buscan desarrollar un potencial particular, ya sea precocidad, vida útil o sabor, el objetivo de Grupo Medina ha sido equilibrar todas estas características durante todo el ciclo de cultivo. “Con lo cual, obtenemos un producto que pretendemos que sea un valor seguro, tanto para el productor como para el consumidor”, según detalla Antonio Arjona, director técnico de la compañía.
Innovación. Finalmente, tras más de siete años y 30.000 cruzamientos, Grupo Medina dispone de dos códigos en fase de registro que presentan “una adaptabilidad magnífica al mercado de producción del sur de España y norte de Marruecos, mercados naturales nuestros y a los que hemos podido dirigir todo nuestro conocimiento y esfuerzo”, explica Arjona. En cualquier caso, su área de influencia para sus programas de mejora no se limita solo al arco mediterráneo, sino que va mucho más allá.
Para cualquier empresa, poder disponer de un producto único, bien definido y reconocido por el consumidor es una gran ventaja
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