Tras una semana de incertidumbre y de reuniones entre autoridades, Estados Unidos anunció el pasado viernes la reanudación de la importación de aguacate desde México, según publica BBC News.
Washington paralizó esta relación comercial tras la amenaza recibida por uno de sus funcionarios que inspeccionaba esta fruta en el estado de Michoacán, donde el considerado «oro verde» se ha convertido en motivo de enfrentamiento entre el crimen organizado.
Las razones son obvias: el negocio del aguacate mueve millones de dólares y crea miles de empleos gracias sobre todo a la exportación desde México.
Este pasado viernes, el Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés) destacó las medidas adicionales que se han acordado en los últimos días para mejorar la seguridad de sus inspectores en México. «La seguridad de los empleados del USDA haciendo simplemente su trabajo es de suma importancia. El USDA agradece la relación positiva y de colaboración entre EE.UU. y México, que hizo posible la resolución de este problema de manera oportuna», según expone el organismo en un comunicado.
¿Por qué se frenó la exportación?
EE.UU. declaró que su equipo de seguridad en México había considerado «creíble» la amenaza que uno de sus inspectores de sanidad agropecuaria en Michoacán recibió contra él y su familia.
Funcionarios del Departamento de Agricultura trabajan in situ en el estado mexicano para asegurar que los productos agrícolas cumplen con los requisitos para proteger a su país de plagas y enfermedades.
Poco antes de recibir la amenaza, según comunicó Washington, su inspector cuestionó la integridad de un embarque en particular de aguacate y se negó a autorizarlo.
Actualmente, Michoacán es el único estado mexicano certificado y que cumple con los requisitos para exportar a EE.UU. Eso, pese a que en otras entidades cercanas también se cultiva, lo que en ocasiones ha provocado tensiones con productores vecinos.
El pasado lunes, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que tras la decisión «hay muchos intereses, económicos, políticos, hay competencia, que no quisieran que el aguacate mexicano entrara a EE.UU. o predominara por su calidad» en aquel país.
¿Qué solución propuso México?
Desde entonces, representantes de Michoacán y de la Embajada estadounidense en México mantuvieron reuniones junto a productores locales para tratar de encontrar una solución al conflicto.
Las autoridades mexicanas propusieron el pasado miércoles varias medidas para reducir la violencia en la región, donde las extorsiones por parte de los cárteles son habituales y garantizar la seguridad de quienes trabajan en el sector aguacatero.
Entre otras propuestas, se contempló la escolta a camiones que trasladan el producto, una red de radiocomunicación y un centro de monitoreo para darles seguimiento a los vehículos, así como la implementación de puestos de control fijos y móviles.
También se puso sobre la mesa una célula de actuación permanente con la Secretaría de Seguridad Pública.
Tras estos encuentros, los participantes mexicanos se mostraron siempre optimistas sobre los diálogos y la postura mantenida ante sus propuestas por los representantes de EE.UU. «Llevamos dos sesiones de trabajo y creo que estamos a unos días de que se levante la suspensión, sobre todo por la respuesta de los norteamericanos en las reuniones», avanzó el pasado jueves el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla.
¿Qué respondió EE.UU.?
En su comunicado del pasado viernes desbloqueando la medida, el USDA destacó que «México y EE.UU. continuarán trabajando juntos para fortalecer las sólidas cadenas de suministro bilaterales que promueven el crecimiento económico y la prosperidad en ambos países».
Sin embargo, solo horas antes, su gobierno había asegurado en otro comunicado que su postura seguía siendo la misma, lo que hizo pensar que no había avances en la negociación.
«El USDA espera que esta situación sea resuelta de manera que se asegure que las exportaciones de aguacate puedan reanudarse, al tiempo que las vidas de las personas que trabajan para poner aguacates en las mesas estadounidenses no se encuentren en riesgo por simplemente cumplir con sus labores de protección», expuso.
«Debemos recibir garantías de que las vidas de nuestros empleados no están en riesgo (…). Estableceremos protocolos para resolver la situación tan pronto como sea posible», añade sin dar más detalles de plazos previstos o próximas reuniones entre ambas partes.
En su pronunciamiento del jueves, de hecho, EE.UU. se mostraba especialmente crítico al asegurar que «los incidentes de seguridad en México no se han limitado al programa de aguacate». Así, recordó cómo un empleado del Departamento de Agricultura que trabajaba en sus programas contra la mosca de la fruta y las plagas y enfermedades de los cítricos en el norte de México fue asesinado en 2020.
¿Cómo afectó a ambos países?
Para México, el aguacate es su tercer producto de exportación más importante por detrás de la cerveza y el tequila. El año pasado, produjo 2,45 millones de toneladas, de las que un 75% sale de Michoacán.Algo más de la mitad de la producción total mexicana se exporta, y ocho de cada diez de esos aguacates se envían a EE.UU. Según datos del gobierno de Michoacán, su exportación genera 400.000 empleos directos e indirectos, aproximadamente.
Por eso, productores locales habían mostrado su temor de que esta prohibición se prolongara en el tiempo, les hiciera perder su cosecha o tuvieran que venderla a menor precio que a EE.UU.
La Asociación de Agricultores y Empacadores de Aguacate de México denunció que, solo durante el primer fin de semana de prohibición, sufrieron pérdidas de US$20 millones diarios.
Por su parte, la dependencia de EE.UU. de esta relación comercial no es menor. Las condiciones climáticas y de sus cultivos hacen que el país solo produzca alrededor del 10% de su consumo total de aguacates, que para muchos estadounidenses se ha convertido en un producto de la cesta básica.
En 2021, casi el 90% de lo que tuvo que importar EE.UU. llegó de México, lo que supuso unos US$2.800 millones.
Fuente: BBC News
