Kiwi amarillo
José A. Piñero, CEO de Kiwi Atlántico reconoce que, a pesar de que existe una tendencia creciente en el amarillo, su empresa continúa centrada en el kiwi verde, su producto principal. Aun así, Piñero reconoce que no abandonan su apuesta por la diversificación a través de diferentes variedades: “queremos diversificar el riesgo y responder a las nuevas demandas”.
Es verdad que las variedades amarillas tienen menos acidez y más azúcar, lo que abre posibilidades a un nuevo tipo de consumidor. Sin embargo, el característico equilibrio dulce y ácido del kiwi verde, sigue reforzando su diferenciación con respecto al amarillo. Además, “el kiwi verde tiene mejores propiedades a la hora de ayudar la regulación intestinal, lo que refuerza su hueco en la dieta”, apunta Piñero.
Kiwi Atlántico tiene también plantaciones y producciones en otras zonas como Grecia y Portugal. Y en España, no solo en Galicia, sino también en Asturias, País Vasco, en Cataluña también, claves para la compañía desde el punto de vista de diversificación de riesgos.
Estamos apostando por diferentes variedades, diversificando el riesgo
Mecanización e inversiones
Kiwi Atlántico está invirtiendo en mecanización, una reciente ampliación, calibrado y selección de última tecnología, y, especialmente en la reducción del desperdicio. Piñero destaca una línea de aprovechamiento del producto para crear suplementos alimenticios a partir de las frutas no aptas para la venta, siguiendo una tendencia hacia la economía circular. “Nuestra tendencia va por ahí, la elaboración de productos de alto valor añadido”, explica Piñero.
Su objetivo es trabajar en reducir los sobrecostes, ineficiencias o puntos donde hay margen de mejora, porque eso va a permitirles ser capaces de afrontar subidas que no puedan controlar, con el fin último de seguir siendo competitivos. “La previsión este año es que hay menos producto y, además, los agricultores han sufrido el efecto de la inflación en el campo, lo que hace prever una subida de costes”.
Crisis climática
El cambio climático cada vez es más perceptible para los productores de kiwi, tanto directa como indirectamente. Directa, por ser más frecuentes las anomalías del tiempo, granizadas fuera de época, o estos cambios bruscos de clima. De forma indirecta también, por el hecho de que esté afectando a otras zonas, lo que se traduce en falta de productos, ya sean kiwis u otros.
Así, la oferta de kiwi se vio reducida en la campaña pasada por la bajada de volumen de Chile y Nueva Zelanda, en especial la de este último, quien sufrió una disminución del 47% en kiwi verde. En esta campaña ya está afectando al cultivo, “estamos empezando más tarde que nunca, porque hay que esperar a cumplir con los parámetros de azúcar, entre otros”, Piñero reconoce que esto está provocando mucha tensión en los mercados.