Tendencias
Indudablemente tanto el melón como la sandía son productos cuyo consumo está muy condicionado a la climatología en Europa, al estar muy vinculada la demanda con las temperaturas, a más calor, mayor consumo. Así, dependemos de la climatología para hablar de ascenso o descenso, especialmente con la sandía.
En variedades de melón, se ha notado una tendencia de consumo mayor hacia el Piel de Sapo, porque hay buenas calidades y ha ido ganando cuota de mercado. De hecho, estimamos una comercialización total de un 90% en Piel de Sapo y solo un 10% de melón Amarillo a nivel global.
En Frutínter España disponemos de 100 ha propias y 700 asociadas de melón y sandía y en Brasil tenemos 500 ha propias.
Dificultades
El sector se enfrenta a una limitación en los tratamientos para lograr tener una buena sanidad vegetal en las producciones agrarias, que no nos ayuda a producir kilos y calidad. Nos enfrentamos al problema con todas las armas legales que tenemos: productos permitidos, depredadores naturales y apostar por variedades más resistentes a plagas, siempre con los estándares de calidad exigidos.
En cuanto a la falta de agua, hoy en día es menos problemática. Se han llenado los embalses y en algunas zonas ya está permitido el riego, por lo que la situación es menos grave que hace unos meses. Sin embargo, hay zonas como Murcia donde el agua supone un coste muy considerable. Ante esta situación, no es fácil producir en ninguna zona.
«Estimamos una comercialización total de un 90% en Piel de Sapo y solo un 10% de melón Amarillo a nivel global».