¿Cómo será el consumidor en la era post-coronavirus?
La importancia de mantener una dieta saludable saldrá reforzada de esta crisis y, con ella, el consumo de frutas y hortalizas; eso sí, la pérdida de poder adquisitivo sacará de la cesta de la compra productos premium y especialidades.
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Tras algo más de cinco semanas de confinamiento en nuestro país, los hábitos de consumo han cambiado, sin lugar a dudas. Las propias limitaciones a la movilidad –ahora pasamos más tiempo en casa- y la mayor preocupación de los consumidores por su salud –una tendencia que viene de atrás, pero que se ha visto reforzada- comienzan a dibujar nuevos patrones de consumo que han evolucionado, incluso, durante la propia crisis.
Así, de una fase inicial previa al decreto de alarma en la que se produjo una “afluencia en tromba” a los supermercados, según Aurelio del Pino, presidente de ACES, hoy por hoy, “la cesta de la compra se ha normalizado”. De este modo, y frente a los productos no perecederos, protagonistas en esas primeras cestas durante la crisis sanitaria, los frescos vuelven a llenar las neveras, incluso ocupando más espacio que antes. De hecho, según los últimos datos de Kantar, el consumo de frescos se ha incrementado un 17% con respecto a antes del Covid-19.
Ahora se come y cena más en casa; tanto es así que los momentos de consumo en el hogar han crecido un 22%. El gran perjudicado es, cómo no, el canal Horeca, al que los supermercados le han arrebatado la friolera de 1.600 millones de euros durante esta crisis, según la consultora Nielsen. “Las cadenas de supermercados han salido muy reforzadas”, afirma Enrique de los Ríos, director general de Unica.
Pero, ¿qué ocurrirá una vez se supere esta crisis? Desde casas de semillas a supermercados, es decir, a lo largo de toda la cadena agroalimentaria, coinciden en dos cuestiones fundamentales: por un lado, la salud, y con ella mantener una dieta saludable, cobrará aún más importancia y, por otro, el consumidor habrá perdido poder adquisitivo (casi 4 millones de trabajadores se han visto afectados por la crisis).
Mayor polarización
Teniendo esto en cuenta, el consultor agroalimentario David del Pino afirma que “los consumidores querrán ahorrar en la cesta de la compra” y, por tanto, los productos commodity comenzarán a ocupar más espacio en esas cestas y en la nevera. De hecho, esta es una tendencia que, incluso, se observa a día de hoy. Según el último informe del Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía relativo a las hortícolas, en la semana previa a la Semana Santa, la demanda de tomate creció un 20%, sobre todo en los tipos commodities. Lo mismo ocurrió en el pimiento: “El cambio en los hábitos de compra del consumidor a raíz de la declaración del estado de alarma y el cierre del canal Horeca han provocado una reducción de la demanda de especialidades que anteriormente tenían muy buena salida comercial como el pimiento dulce cónico o el snack”.
Para Del Pino, esta situación vendría a agudizar aún más la polarización que ya caracteriza al consumo de frutas y hortalizas: “Esta tendencia se va a acelerar, mucha gente irá a productos básicos, si bien aquellos que aún mantengan un cierto poder adquisitivo continuarán comprando productos premium motivados por su calidad y concepto de saludables”.
Esta necesidad de ahorro de los consumidores podría afectar también a los formatos de venta, que podrán tender a reducirse, como ya está ocurriendo, por ejemplo, en la fruta de hueso.
Más sostenibles
Para Enrique de los Ríos, el consumidor post-coronavirus estará aún más concienciado con el medio ambiente y la sostenibilidad de aquellos productos que compra, pero con matices: “Habrá menos presión sobre el plástico”. Este material se ha mostrado como un aliado para preservar la seguridad alimentaria en estos momentos y, según el propio sector, los consumidores no son ahora tan sensibles a su uso.
Junto a ello, el director general de Unica habla del factor precio, que en la era post-coronavirus “estará ligado a otras cuestiones, más allá de la calidad del producto”. Aquí entrarían en juego, una vez más, la percepción de saludables de las frutas y hortalizas y sus aportes a una dieta sana; en definitiva, cómo contribuyen a mejorar nuestra salud.
Por otro lado, el ready to eat era una tendencia clara en los últimos tiempos que, hoy por hoy, está perdiendo protagonismo, según Ricardo Ortiz, director comercial de Rijk Zwaan Ibérica. El teletrabajo se impone y los consumidores ahora cocinan en casa; de mantenerse esta situación –la crisis está evidenciando que el teletrabajo es posible-, este es un segmento que podría verse afectado.
¿Haremos más compras online?
Esto dependerá de cómo evolucionen los propios supermercados. Si bien es cierto que las compras a través de Internet han crecido sustancialmente durante esta crisis, también se han puesto de manifiesto las “deficiencias del online”, según Kantar. Sin ir más lejos, grandes superficies como Mercadona, que ayer reactivaba el servicio en Madrid centro, suspendió el servicio el pasado 11 de marzo. Otras como Carrefour dilataban la entrega de sus pedidos hasta casi 15 días.
Pese a todo, De los Ríos es optimista: “Todo apunta a que habrá un aumento de la venta online”.