Coexphal pide la obligatoriedad del pasaporte COVID en las centrales de manipulado
Según la Asociación, su objetivo no es interferir en la intimidad de sus empleados, sino usar todos los medios necesarios para cuidar la salud de sus trabajadores, preocupados por el repunte en el número de contagios.
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El presidente de COEXPHAL, Juan Antonio González Real, ha dirigido una carta al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, extensiva también a los consejeros de Salud, Jesús Aguirre, y de Agricultura, Carmen Crespo, solicitando la posibilidad de pedir el pasaporte COVID a los trabajadores de las empresas asociadas a través de los responsables de Prevención de Riesgos Laborales.
El motivo no es otro que la gran preocupación existente entre los miles de trabajadores del sector, quienes se dirigen a la Dirección de sus empresas para preguntar por qué hay que enseñar el pasaporte COVID en los lugares o establecimientos de ocio y, sin embargo, no se exige al acceder a sus puestos de trabajo. Esta preocupación también se extiende a las direcciones de todas las comercializadoras.
La Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería representa a 102 empresas productoras y comercializadoras que aglutinan a 11.000 agricultores y dan trabajo a más de 60.000 personas, muchas de ellas muy preocupadas actualmente por la escalada de contagios por COVID-19 que se registra en los últimos días y por las previsiones de incremento en las próximas semanas.
En muchos de los centros de trabajo de las comercializadoras y empresas de COEXPHAL se desarrollan diferentes turnos, que aglutinan a un destacado número de personas (en algunos casos más de 500 trabajadores por turno) de diversas nacionalidades, culturas y creencias religiosas.
Ante la incongruencia de poder solicitar el certificado COVID en bares y restaurantes y no en centros de trabajo donde se aglutina tanta gente, COEXPHAL ha realizado dicha solicitud a los responsables de la Junta de Andalucía, dejando patente que la intención no es interferir en la intimidad y libertad de las personas, sino usar todos los medios necesarios y posibles para cuidar de la salud de los trabajadores y dar continuidad a una actividad considerada esencial desde los inicios de la pandemia, que aporta cada día productos frescos y saludables a la población española y europea.