Diciembre es un mes de una importante actividad comercial en Mercamadrid. Además de los productos más frescos y de calidad para los menús de estas fiestas navideñas, ahora toma el protagonismo la uva, producto estrella de las cenas de fin de año. Así, se espera terminar diciembre con la comercialización de cerca de 5.000.000 de kilogramos de uva, fruta con la que tradicionalmente celebramos las doce campanadas de Nochevieja, cifra similar a la comercializada en 2016.
Procedencia de la uva
Casi el 70% de la uva comercializada tiene origen nacional, de la que hasta un 60% procede de Alicante, cuya producción con denominación de origen Vinalopó es la preferida para surtir nuestras mesas. La uva “aledo” es la tradicional uva que tomamos en Nochevieja, una uva que madurada muy lentamente, desde los meses de junio y julio, embolsada en un papel especial que permite su transpiración, y evita a los insectos. Es una uva especial, comentaba Félix Palacios, a la cabeza de una de las empresas que más trabaja con este producto único, procedente del Valle del Vinalopó.
Bartolomé García, responsable de Cultivar (empresa que también comercializa este tipo de uvas), nos explica que “se trata de una uva dulce, con buena calidad y el tamaño perfecto para cumplir con la tradición de las 12 uvas de Nochevieja”.
También procedente principalmente del Valle del Vinalopó, encontramos la uva “ideal”, de un tamaño más grande, sabor “amoscatelado” y pulpa firme, que también tiene un cuidadoso proceso de maduración, que nos permite degustar esta uva durante estas señaladas fiestas.
No obstante, en los últimos años se han registrado ligeros aumentos en la comercialización de uvas con otros orígenes, fundamentalmente Italia y en menor medida de Perú, lo que completa la oferta que se realiza en el mercado.
Ligeros cambios en los hábitos de consumo
El consumo de las doce uvas de Nochevieja es una tradición plenamente consolidada desde comienzos del siglo XX. Sin embargo, en los últimos años se han introducido pequeñas variaciones, como la introducción hace unos años de uvas en conserva, peladas y limpias de pepitas, o, la comercialización hoy de uva fresca sin pepita.
“Son pequeñas variaciones que se introducen en el mercado para atender las demandas de los consumidores, fundamentalmente para Nochevieja”, explica Bartolomé García. Sin embargo, algunos estudios hablan ya de los beneficios de consumir las pepitas, “si las masticamos, son un potente limpiador natural del sistema digestivo, con numerosos beneficios para el colon, por ejemplo”, concluye Félix Palacios.
