Actualmente, las más de 100.000 hectáreas dedicadas en España a la producción de pera, manzana y melocotón tienen un grave problema en común provocado por los daños en fruto ocasionados, principalmente, por las plagas de lepidópteros como Carpocapsa (Cydia pomonella) y Grafolita (Cydia molesta). Los productores españoles de fruta, concentrados en Cataluña, Aragón, Andalucía y Murcia, encuentran importantes dificultades para controlar estas plagas con las herramientas disponibles. Los métodos de control habituales son insuficientes para mantener a raya estas plagas cuyas poblaciones son cada vez más altas. Además, la previsión es que los niveles de plaga sigan creciendo cada año, por lo que los tratamientos actuales serán cada vez menos efectivos.
Koppert Biological Systems ha desarrollado un insecticida biológico especialmente indicado para el control de lepidópteros en frutales. Este insecticida, denominado comercialmente Capirel, basa su eficacia en el poder de acción de los nematodos beneficiosos Steinernema feltiae. Los nematodos son como gusanos microscópicos que se introducen en las larvas hibernantes de lepidópteros para reproducirse rápidamente en su interior y para alimentarse de ellas hasta matarlas. El nematodo Steinernema feltiae está adaptado al frío, por lo que es muy adecuado para la aplicación de otoño en huertos.
El protocolo de uso desarrollado por Koppert se basa en la aplicación de Capirel desde octubre hasta primeros de diciembre. En ese intervalo de fechas, la acción de los nematodos logra reducir hasta un 80% tanto la población de larvas hibernantes como los daños en fruto de la campaña siguiente. Esta reducción del nivel de plaga es el factor clave para que sean realmente efectivos los medios de control que suelen utilizarse de abril a septiembre. Capirel es un insecticida biológico, por tanto está autorizado para su uso en agricultura ecológica.
Plagas emergentes
Koppert también ha confirmado la alta eficacia de Capirel para el control biológico de otras plagas emergentes en los cultivos de frutales, como sucede con Capúa (Adoxophyes orana) y Sesia (Synanthedon myopaeformis). Los excelentes resultados obtenidos con Capirel han conseguido que se generalice su uso en Francia, uno de los principales productores europeos de fruta de hueso.
Los productores galos ya han consolidado el uso del control biológico de plagas de lepidópteros en frutales. Gracias a ello, han conseguido reducir significativamente las plagas de lepidópteros y mejorar la rentabilidad de sus producciones al disminuir de forma importante el porcentaje de frutos dañados que no son aptos para la comercialización.