Las precipitaciones del mes de febrero y principios de marzo han provocado una situación complicada en la campaña de la fresa y la frambuesa. Las lluvias persistentes están retrasando la producción, lo que se traduce en una oferta muy inferior a la de otros años. “Debido al exceso de humedad, mucha fruta no consigue la consistencia necesaria por problemas de botritis para llegar a los mercados en las condiciones óptimas de calidad”, explica a la Revista Mercados el gerente de Freshuelva, Rafael Domínguez Guillén.
Debido a la falta de sol y viento y la imposibilidad de retirar los plásticos para que se sequen los frutos, esta situación está provocando un destrío “importante” que, en muchas variedades, está alcanzando un 20-35%. En condiciones normales, este porcentaje se suele situar entre el 5 y el 10% del total de la recolección “como máximo”, explica, “y ahora estamos en el doble o más”.
Consecuentemente, esta selección deriva en un menor tonelaje que provoca que los pedidos no se estén cubriendo tanto en España como en Francia, Reino Unido o Alemania. “Hemos terminado febrero con un volumen acumulado del año un 15% menor a los datos de 2024”, constata el gerente de Freshuelva, que apunta que están teniendo “los mismos problemas” en el cultivo de frambuesa.
Además, con una oferta menor que la demanda, los precios están alcanzando cifras muy altas respecto a otros años. “Preferimos que las campañas sean más constantes en los precios y no tengan estas puntas de sierra”, explica el gerente, ya que el sector prefiere que haya regularidad, “como el año pasado”, con una oferta y demanda “coordinadas y acompasadas”.
Por su parte, el arándano no se está viendo tan afectado por esta situación ya que “todavía hay poco tonelaje” y será, a partir de abril, cuando empiece a subir.
Esperanza en la segunda quincena de marzo
Las previsiones de lluvia continúan en estas primeras semanas de marzo, un mes en el que “comienza la campaña pura y dura, que se extenderá hasta los primeros 15 días de mayo”. “La primera quincena de marzo va a seguir la misma tónica que hemos tenido, pero esperemos que la segunda sea mejor”, afirma Domínguez.
Las lluvias eran necesarias y han llenado los embalses, pero están afectando bastante al cultivo. “Si todo mejora, puede tener buena continuidad”.