En Castilla y León se ha pasado de 17.300 hectáreas a 16.406,78, según los datos de la PAC publicados la semana pasada, lo que significa que la superficie ha caído el 5,3%, menos de lo que se preveía, según recoge el portal www.campocyl.es.
Marco Martín, presidente de Asopocyl, apunta que podemos estar ante un buen año de patata, ya que el cultivo tiene buen aspecto y porque un menor volumen de producción puede animar algo los precios. “Pero no es buena noticia a largo plazo porque necesitamos una apuesta seria por el cultivo, tanto por parte de los productores como por la industria y los consumidores”, advierte.
Cosme Catalán, de Interagro de Patatas, destaca que lo peor ya ha pasado en el sur. En Campo de Cartagena ha finalizado la recolección de las variedades más tempranas, que han dado problemas de calibre, con calidad no muy buena y rendimientos muy cortos, entre 15 y 20 toneladas por hectárea.
Ahora comienza el arranque de la patata tardía, que puede llevar cuatro semanas de trabajo para poner un producto de calidad en un mercado que está deseando recibirlo.
Interagro de Patatas tiene por delante la recogida en 250 hectáreas en la comarca, donde ha cultivado variedades como Soprano, Lucinda, Memphis y Agria.
Al mismo tiempo, la patata presenta un buen estado en Castilla y León, con buena sanidad. Emiliano Marcos, responsable de Interagro de Patatas en la Zona Norte, destaca la normalidad de una campaña en la que se han debido hacer tratamientos “para raíz, además de contra mildiu y alternaria”. También ha hecho acto de presencia el escarabajo de la patata.
Lo que se ha salido de la rutina ha sido el vaivén de las temperaturas, con golpes de calor alternados con días frescos, “algo que no gusta a la planta”. Pese a todo, se ha seguido desarrollando y está dentro de su ciclo, con un proceso de tuberización que ya está en marcha.
Fuente: www.campocyl.es