Aunque en un primer momento el inicio de la campaña tuvo muy buena acogida en China, las cifras bajaron drásticamente a la vez que se endurecían las medidas y se restringía la movilidad. Muchas empresas exportadoras han tenido que reducir su producción, como por ejemplo García Ballester, pues las limitaciones se hicieron visibles en el puerto de Shanghai, una importante zona de entrada de productos importados por el gigante asiático. Si bien los productos se distribuían a todo el país desde Shanghai, los problemas de logística hicieron que la empresa disminuyese su exportación en un 75%, pasando de un objetivo inicial de 250 contenedores a 60.
“Teníamos un objetivo de 250 contenedores y al final nos hemos quedado cerca de los 60.”
Esta crisis originaria de China ha provocado que el país optase por consumir nacional antes que importar productos. De esta forma, aseguraban el abastecimiento y que los alimentos hubieran pasado por las estrictas medidas de seguridad propias. Además, a esta bajada se le ha sumado el encarecimiento de los contenedores, que aún haciendo frente al sobrecoste, no han contado con la suficiente disponibilidad de los mismos.
Además, a esto se le suma el problema que ya anunciamos en enero. Cuando el mercado chino se paralizó, los contenedores no retornaban con mercancía. En otras palabras, el coste de la exportación caía únicamente en España, en este caso. El puerto de Shanghái se quedó sin personal hasta el punto de que, al no haber descargas, no quedaban enchufes para los contenedores frigoríficos, comentaba García Monfort, quien apunta que el colapso fue tal que “hubo un momento en el que el 25% de los contenedores de todo el mundo estaban en China”.
Por su parte, la empresa Bollofruits también ha reducido el volumen de exportación. La principal razón de que la demanda haya disminuido es que, a diferencia de los europeos, que han aumentado su consumo de frutas durante la pandemia, en China han prevalecido otros tipos de productos básicos. En este país, las naranjas que se importan son naranjas premium y no son consideradas de primera necesidad.
Un final de campaña amargo
Ya está dada por finalizada la campaña de cítricos, pues los productos han pasado los ciclos de crecimiento y maduración y llega un momento en el que no hay fruta en los árboles. Esto ha provocado que hasta el año que viene no esté previsto retomar el mercado en China. Una situación un poco amarga, ya que ahora que el mercado chino está volviendo a repuntar, no hay fruta aprovechable.
Además, en este contexto hay que tener en cuenta la competencia de las naranjas locales y estadounidenses in situ. Como los aranceles han bajado este año, se han importado muchas más naranjas americanas en comparación con el año pasado.
Alicia Narváez Balboa