La patata ha sido uno de los productos que mayor crecimiento de la demanda ha experimentado durante el confinamiento. Hace un mes, cuando se inició la campaña de patata nueva en Andalucía, el desarrollo era muy positivo, el único producto que comercialmente no estaba teniendo buenos resultados era la patata sin lavar para saco.
Sin embargo, la campaña de patata nueva ha estado tres semanas en mayo sin apenas poder recolectar producto debido a las lluvias, con lo que se ha acumulado producción cuando al fin se ha podido arrancar en la última semana del mes. Esta situación, sumada a un aumento de los rendimientos por hectárea (al principio se esperaban bajos) y un descenso del consumo en los hogares por el desconfinamiento en esta última semana (la restauración no termina de abrir al 100%), ha provocado una sobreoferta y una caída de las cotizaciones, como nos confirma el vicepresidente del sector de la patata de Asociafruit, José Peláez.
“En algunos casos no se están cubriendo costes”, indica el presidente de Asopocyl (Asociación de operadores de patata de Castilla y León), Marco Martín, quien también trabaja patata nueva en Andalucía y la Región de Murcia, que son las campañas que están actualmente desarrollándose. “Los rendimientos en campo están siendo de un 40-50% más de lo habitual”, detalla.
Así, ninguna tipología de patata está registrando buenos precios actualmente. “La exportación afortunadamente mantiene sus niveles de comercialización, aunque también se ha notado un poco”, comenta Peláez.
De cara a esta semana en adelante, los productores de patata nueva esperan que se normalice la situación.