La extrema comoditización de la lechuga iceberg ha hecho que su valor de mercado se reduzca en los últimos años y, con él, su rentabilidad para los productores, que en muchos casos buscan cultivos alternativos. Así lo hicieron en Agrícola Navarro de Haro hace tres años, cuando decidieron iniciar su producción de brócoli. “Primero, queríamos testar su adaptación a nuestra zona de cultivo y, ya el año pasado, iniciamos la producción comercial con 160 hectáreas, que son las que mantenemos esta campaña”, nos explica Antonio Sabiote, responsable comercial de la firma almeriense. Cuentan con plantaciones en Baza, en la provincia de Granada, y Níjar, Palomares y Cuevas del Almanzora, en Almería, con las que completan su calendario de producción desde octubre a mitad de mayo.
De este modo, apuestan por la diversificación de sus producciones, lo que les permite ampliar los programas con sus clientes, a quienes ahora ofrecen lechuga, tomate, coliflor, sandía –su producto estrella- y brócoli. “Los mercados están muy interesados en este producto y nuestro objetivo es consolidar la superficie con la que ya contamos”, comenta Sabiote, que aboga por un crecimiento controlado del número de hectáreas, siempre en consonancia con las demandas de sus clientes.
A diferencia de la mayoría de productores de brócoli, que dirigen esta hortaliza al mercado británico, el mayor consumidor europeo, Agrícola Navarro de Haro la comercializa en los países nórdicos, Dinamarca y Alemania, sus mercados habituales, de ahí que, a priori, no vean en el Brexit una amenaza.
Coliflor
Esta brásica es otro de los cultivos que la empresa almeriense ha introducido en los últimos años y que goza de una gran aceptación entre sus clientes. “Iniciamos su producción hace cinco años y, desde entonces, y gracias al trabajo constante, hemos logrado ofrecer un producto de gran calidad”, concluye el responsable comercial de Agrícola Navarro de Haro.
